Esas llamadas que cortan de repente son un peligro (y no debes responderlas)

Suena el móvil. El número no está registrado, pero figura que es un teléfono real, nada de ‘número privado’ o algo por el estilo. Uno atiende pero no hay respuesta. Y la llamada se corta enseguida. ¿Qué ha sucedido?

Por supuesto que el fastidio llega enseguida. Llamar y no dar señales de vida para cortar enseguida es un signo de mala educación, sin contar el tener que interrumpir actividades para atender y que no sirva de nada.

La estrategia oculta del telemarketing

Pero en realidad este detalle que puede pasar desapercibido oculta una táctica de parte de empresas de telemarketing.

Estas empresas suelen ser contratadas por compañías de servicios como proveedores de Internet, luz o gas; además de financieras o asesorías legales.

Como tienen un tiempo sumamente acotado para concretar ventas o contratos buscan estrategias para exprimir cada llamada lo máximo posible.

Los teleoperadores reciben un número de teléfono al azar, sin saber si pertenece a una persona física, una empresa o una institución pública, sea una escuela o una comisaría.

También es posible que tengan en su poder teléfonos que están inoperativos o que son usados por empresas solo como canal de comunicación por WhatsApp.

El software del llamado automático

Para saber si del otro lado hay una persona dispuesta a atender el teléfono los programas de gestión de estas ventas comerciales llaman al azar y esperan que haya alguien que responda.

La táctica de la llamada fantasma es aprovechado por estafadores que se comunican desde números de tarificación especial

Si ese es el caso, por más que se haya estado menos de un segundo preguntando quién llama, el sistema detecta que hay una respuesta positiva, y pasa el dato a los teleoperadores.

Así es como en cualquier momento, sea la hora que sea, van a empezar a caer los llamados ofreciendo descuentos en la tarifa de la luz, un nuevo contrato de Internet o un servicio de abogados 24 horas.

La llamada fantasma de los estafadores

Pero ese mismo sistema también es usado por diferentes estafadores que se hacen pasar por empresas comercializadoras o el banco; que entran en un juego de convencer al interlocutor para que brinde sus datos personales o bancarios.

Todo es un timo, y si se llega a confirmar el número de DNI y dar la clave bancaria o el número de la tarjeta de crédito el daño a los ahorros puede ser incalculable.

Cuidado con la tarificación especial

Otra estafa es aprovechar la curiosidad de las personas a las que llaman. Al no tener el número registrado muchas personas suelen devolver la comunicación, pero en realidad el número es de tarificación especial, como los que empiezan con los dígitos 803, 806 y 807.

Si la cuarta cifra es un 0 o un 1 el precio de la comunicación no puede superar los 0,65 euros por minuto, pero si van del 6 al 9, cada minuto cuesta 1,3 euros.

También tiene un coste considerable varios teléfonos que empiezan con 902 que pueden salir hasta 3,71 euros por una llamada de cinco minutos, informa la OCU.

Así que si se recibe un llamado y cortan, jamás hay que responderlo. Y en todo caso, agendarlo en el móvil como spam y bloquearlo para que dejen de molestar.