El significado de votar
Desde hace más de doce años, la mayoría de los partidos políticos en Barcelona pide que los ciudadanos voten por una causa, ya sea para propiciar la ruptura con España, para evitar que Barcelona caiga en manos del independentismo, para luchar contra el capitalismo o para evitar que se imponga el gobierno de la extrema izquierda.
Desde las elecciones del 2015, el voto de los barceloneses ha servido para luchar a favor de una causa o para ir contra ella. A la hora de depositar su voto, los barceloneses priorizaron las grandes causas por encima de los intereses personales.
Las elecciones del 28 de mayo pueden ser las primeras, desde hace mucho tiempo, centradas en recuperar el voto de los ciudadanos atendiendo a sus causas personales
En Barcelona, los ciudadanos se han visto arrastrados a votar en favor de objetivos políticos que se imponían al hecho de valorar los partidos que podían condicionar sus necesidades particulares.
Si en el 2015 y en el 2019 el voto debía servir para alcanzar metas alejadas de los problemas apremiantes que tenía Barcelona, las elecciones del 28 de mayo de 2023 pueden ser las primeras, desde hace mucho tiempo, centradas en recuperar el voto de los ciudadanos atendiendo a sus causas personales.
Un primer paso para que los ciudadanos recuperen la autonomía de voto sin que esté condicionado a las grandes causas políticas es volver a observar para qué puede servir el hecho de votar.
Votar puede servir para apoyar un proyecto político, es decir, un eje ideológico, para activarlo ante una emergencia económica pero, también, para votar a aquella fuerza política que esté en mejores condiciones de dar respuesta ante problemáticas concretas de la ciudad, como es la suciedad, la inseguridad, el ruido, el incivismo, la delincuencia o los problemas de la vivienda.
El voto sirve pues para elegir a aquellas personas que se presentan a las elecciones para resolver y mejorar la vida de los ciudadanos, a los que representarán si son elegidos.
Es determinante tomar conciencia de la importancia que representa recuperar el voto para dar solución a las grandes/pequeñas cosas que un ciudadano quiere resolver pues, si una gran mayoría de ciudadanos vota en esa misma dirección, surgirá de las urnas un mandato hacia los políticos elegidos de que la sociedad considera que la gestión es prioritaria a la ideología, los resultados a las promesas, el conocimiento de la ciudad a la teoría política.
Tras tantos años haciendo mirar las estrellas a los ciudadanos para que pusieran Barcelona al servicio de las grandes causas políticas, ahora parece que ha llegado el momento de votar mirando cómo está la ciudad y los problemas que realmente se tienen que afrontar y resolver.