A qué llamamos terrorismo
La visión de la guerra ofrecida por Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno español y del Consejo de la Unión Europea, en su viaje a Oriente Próximo ha desencadenado una crisis diplomática con el Estado de Israel. El gobierno de Netanyahu ha acusado a Sánchez de “dar apoyo al terrorismo”.
Recordemos que Sánchez expresó al final de su viaje en Egipto que el propósito de su viaje era contribuir a celebrar una conferencia internacional de paz, a la que deberían asistir tanto Israel como Palestina, que contase con el apoyo de la comunidad internacional.
Las palabras que pronunció Sánchez fueron: “La Unión Europea, la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación ya han pedido que se celebre cuanto antes” y señaló que “Europa está dispuesta a trabajar para que así sea”. La crisis diplomática desencadenada ha puesto sobre la mesa la cuestión central del conflicto, que no es otra que determinar si la guerra ha sido provocada por el ataque de una organización terrorista o no.
La tesis de Israel es que Hamas es una organización terrorista que busca la aniquilación total del Estado de Israel con un propósito parecido al que manifestó Yasser Arafat en una entrevista concedida a la escritora Oriana Fallaci, cuando el dirigente palestino declaró de forma tajante: “¡No! ¡No queremos la paz! Queremos la guerra, la victoria. La paz para nosotros significa la destrucción de Israel y no otra cosa. Lo que ustedes llaman paz, es paz para Israel y los imperialistas. Para nosotros es injusticia y vergüenza. Lucharemos hasta la victoria. Durante decenas de años, si es necesario. Durante generaciones”.
La pregunta sobre a qué llamamos terrorismo debe ser respondida para determinar si la guerra que se está desarrollando en Gaza tras el ataque de Hamas a Israel, en el que murieron asesinados más de 1.500 israelíes, tiene sentido desde la perspectiva de la comunidad internacional.
No debemos olvidar que Israel lleva décadas padeciendo el impacto de los que se denominan estados terroristas, como el que encarnó Gadafi en Libia o como los atentados, secuestros y asesinatos provocados por el Estado islámico (ISIS).
El hecho de mezclar terrorismo con la legitimidad de la lucha partisana de los palestinos para recuperar sus tierras o el de situar el conflicto entre los dos Estados, el de Israel y el de Palestina, reconocido por más de 130 países pero no por EEUU, que considera que debería ser aceptado como estado tras una negociación de paz que diera garantías al Estado de Israel de que su integridad territorial no pudiera ser cuestionada, impide que se logre establecer cuál es la naturaleza de la actual guerra librada entre Israel y Hamas.
Hay que aclarar el significado del término terrorismo ya que, al ser utilizado con tantas acepciones políticas, se ha convertido en un vocablo difuso
El objetivo declarado de Israel es acabar con Hamas, considerado como una organización terrorista; y el de Hamas es destruir a Israel, entendiendo que practica el terrorismo de Estado. Establecer cuál es la naturaleza política del actual conflicto se ha convertido en una cuestión central para determinar en qué bando debe situarse la Unión Europea y la comunidad internacional.
Al condenar a Sánchez de “dar apoyo al terrorismo” plantean que el Estado español aclare sin matices cuál es su posición y la concepción que tiene ante el ataque de Hamas a Israel.
Hay que recordar que la posición española no es muy distinta a la que plantea EEUU y gran parte de la comunidad internacional; por lo tanto, Israel no critica las apelaciones de Sánchez a detener la guerra y la violencia, y la necesidad de crear las bases de un proceso de negociación entre Israel y Palestina, sino su falta de claridad y también de oportunidad, pues las declaraciones de Sánchez se han producido cuando se ha alcanzado la primera tregua, han sido liberados los rehenes de Israel y Hamas y vuelve la ayuda humanitaria.
Hay que aclarar el significado del término terrorismo ya que, al ser utilizado con tantas acepciones políticas, se ha convertido en un vocablo difuso; tan difuso que los que unos consideran terroristas, otros consideran combatientes que defienden la libertad de su país.
Puede resultar muy conveniente para los intereses de España y, sobre todo, de su gobierno, que se establezca con claridad el significado y el alcance político de lo que se considera terrorismo, para que Israel comprenda con nitidez cuál es la posición de España porque, entre otras razones, Sumar votó en contra de condenar en la Unión Europea los asesinatos de Hamas en Israel, que han sido el detonante de la espiral de violencia y muerte que se vive hoy en Gaza.