Ganar las elecciones sin perder a los ciudadanos
Uno de los problemas que va a tener el bloque de la izquierda para convencer a los ciudadanos es que, durante la campaña, culpabiliza a quienes tienen la intención de votar a la derecha y a quienes piensan en la posibilidad de hacerlo. La campaña que ha trazado el PSOE se basa en invocar tanto a los viejos como a los nuevos fantasmas de la España de derechas.
Lo que justificará e incluso legitimará pactar después de las elecciones de junio con ERC, Podemos, Sumar, Junts, Bildu, PNV o los espacios político/territoriales constituidos por la iniciativa Teruel Existe, es argumentar que es la única forma de salvarse del diluvio social provocado por las fuerzas nacional populistas que azotan gran parte de Europa.
Esta estrategia busca movilizar a la izquierda ante la posibilidad de que no lo haga, como consecuencia de su división, y a la sociedad en su conjunto, para evitar que triunfe una España nacional populista.
El PSOE parece considerar más útil para sus intereses electorales actuar sobre la conciencia de las personas que estar dispuestos a defender los intereses de éstas si se mantienen en el poder.
Una de las cuestiones centrales de la campaña electoral es situar el debate en el futuro que le espera a España si gana el PP con ayuda de Vox y no en valorar si el gobierno de coalición PSOE y Unidas Podemos lo ha hecho bien o mal.
PSOE hace un discurso político más cercano a mantener viva la ilusión que algunos tienen, gracias a la coalición de izquierdas, de alcanzar una república no declarada.
La lógica política planteada por el PSOE tiene sentido ideológico, capacidad para polarizar las elecciones y para elevar la temperatura electoral hacia los extremos; algo que puede perjudicar mucho las expectativas del PP de Alberto Núñez Feijóo.
El planteamiento de la estrategia de campaña del PSOE va a permitir a todos los partidos de izquierda hablar a la vez sobre cómo evitar que el PP, de la mano de Vox, pueda ganar.
Lo que la izquierda debe intentar, si quiere ganar las elecciones de forma que al día siguiente se pueda gobernar el país con eficacia e ilusión, es no hacerlo perdiendo la confianza de más de la mitad de los españoles, aquellos que votan a otras fuerzas políticas de centro o de derecha, tachándolos como insolidarios, xenófobos, populistas y nostálgicos, cuando lo que pretenden con su voto es afirmar que España se puede gobernar mejor que como hasta ahora se ha hecho.