Xeal cumple una ‘legislatura’ en Cee y Dumbría en pleno cerco por la compra a Ferroatlántica
Xeal se aproxima a su cuarto aniversario en pleno choque con la Justicia. El juzgado de instrucción número 2 de Santiago ha admitido a trámite la denuncia del comité de empresa contra el acuerdo por el cual Ithaka y el fondo Sixth Street Partners se hicieron con las riendas de las antiguas plantas de Ferroatlántica en Cee y Dumbría y diez minicentrales hidráulicas de los ríos Xallas y Grande por 170 millones de euros.
Según la CIG, el juzgado ha efectuado este movimiento «de acuerdo con lo solicitado por el Ministerio Fiscal», que en su informe se mostraba «favorable a que se investigue un supuesto delito de prevaricación administrativa». De esta forma, Xeal se ve envuelta en este proceso a menos de un mes de que se cumplan cuatro años desde el acuerdo de venta.
Los sindicatos han venido alertando en los últimos años de una supuesta «segregación encubierta» en la sucesora de Ferroatlántica en las plantas de Cee y Dumbría. «Producir energía es la única actividad en la que tiene interés real el fondo de inversiones, por los sustanciosos beneficios que le ofrece», aseguraba la CIG en un comunicado en el que ponía como ejemplo de ello a la nueva central de bombeo que la empresa tramita en Mazaricos.
Xeal promueve una central de bombeo en el Xallas
En concreto, Augas de Galicia dio apertura a comienzos de este 2023 al trámite de competencia de proyectos para la instalación de una central hidroeléctrica en el río Xallas. Este movimiento se efectuó tras recibir una petición formal por parte de Feroe Ventures & Investments. Se trata de una sociedad constituida en octubre de 2022 y con sede en Madrid que se encuentra vinculada a los dueños de Xeal (Sixth Street Partners e Ithaka).
El objeto social de esta firma que proyecta una central hidroeléctrica reversible en el embalse de Santa Uxía gira en torno a «la explotación de concesiones hidroeléctricas, saltos de agua, embalses y toda clase de actividades de aprovechamiento hidroeléctrico por cualquier título».
El presidente del comité de empresa, Alfonso Mouzo, alerta de que los dueños de Xeal están abordando esta iniciativa «con una empresa que no tiene vinculación con las fábricas» e insiste en que la operación «atenta contra el espíritu de las concesiones». Y es que los sindicatos han organizado diferentes movilizaciones a lo largo del último año para protestar ante los presuntos incumplimientos del contrato inicial.
Según han venido advirtiendo, las concesiones para la explotación de estos saltos de agua estaban ligadas al mantenimiento de la actividad industrial. Pese a ello, desde el comité de empresa advierten que ahora mismo hay «80 empleos directos menos» que hace cuatro años y que, además, solo están en marcha dos de los cinco hornos del de las fábricas de Cee y Dumbría.
En paralelo, también censuran que las dos factorías «pasaron de ser una empresa que formaba parte del grupo Ferroatlántica a convertirse en una subcontrata suya, en una situación de desmantelamiento industrial que a día de hoy nadie puede negar». La propia Ferroatlántica ha reconocido su vinculación con Xeal a través de una presentación en el Investors’ Day de verano del año pasado. En ella figuraban las dos plantas de Cee y Dumbría dentro de su mapa de instalaciones, algo que la empresa justificó porque cuenta con «capacidad productiva disponible» en ellas.
La hoja de ruta de Xeal
En medio de este jaque judicial, Xeal mantiene una hoja de ruta que contempla la inversión de 9,1 millones de euros de cara a este 2023. De ellos, 4,4 millones estarán dedicados a su división de ferroaleaciones, mientras que los otros 4,7 millones están reservados a su negocio energético. Así, la compañía va a ejecutar el proyecto de aspiración y filtrado de gases de los hornos 21 y 22 de la fábrica de Dumbría.
Estos 9,1 millones de euros forman parte de su plan de inversiones por valor de 28 millones de euros que Xeal se comprometió a aplicar de 2020 a 2024 para mejoras de eficiencia, seguridad y de sostenibilidad medioambiental.