Jealsa multiplica casi por 30 sus beneficios tras vender sus parques eólicos de Chile a Engie
La mayor conservera gallega ha disparado sus beneficios. Aunque no con el negocio por el que es más conocida, sino gracias a sus activos energéticos. Jealsa ha cerrado el pasado ejercicio con ganancias de 49,4 millones, 29 veces más que los 1,7 millones que ganó en 2021. Tan destacado incremento, en un curso complejo debido a los efectos de la inflación, se debe a la enajenación del negocio eólico que el grupo tenía en Chile, un país clave para la compañía que dirige Jesús Alonso, pues cuenta allí con fábrica y delegación comercial, además de ser uno de sus principales mercados internacionales.
En diciembre del año pasado, Jealsa vendió a Engie los parques eólicos San Pedro I y San Pedro II, ubicados en 1.112 hectáreas de terreno en la provincia de Chiloé, en la región de Los Lagos. El traspaso incluye 101 megavatios en operación y un proyecto en desarrollo con capacidad por instalar hasta 151 megavatios más. Eran los únicos parques operativos de la conservera en el país sudamericano, donde tiene en desarrollo otros dos proyectos renovables, pero hidráulicos.
Engie, la compradora, desembarcó recientemente en Galicia con la adquisición de una cartera de 182 megavatios a Greenalia repartidos entre la comunidad gallega y Andalucía. Estos parques tienen prevista su entrada en funcionamiento en 2025 y contribuyen al objetivo de la multinacional francesa de aumentar en 4.000 megavatios su capacidad renovable en cuatro años.
La operación con Jealsa en Chile se cerró por 28,2 millones de dólares, que al cambio de diciembre, cuando se produjo la venta, equivalían a 26,5 millones de euros. Según las cuentas anuales presentadas por el grupo con sede en Boiro, la transacción generó un beneficio consolidado de 36,4 millones, lo que provocó el gran incremento de las ganancias. Adicionalmente, se fijó un pago de 7,7 millones de dólares sujeto a que se cumplan determinadas condiciones y, por tanto, no incluido en los resultados de la compañía al no haberse producido todavía.
Venta también en Galicia a Endesa
No fue la única desinversión del grupo en el área de renovables. La división energética de Jealsa también traspasó la participación minoritaria que mantenía en dos parques eólicos gallegos a Enel Green Power, la filial de Endesa. Se trata del parque eólico Careón, ubicado entre Toques (A Coruña) y Palas de Rei (Lugo) y con 18 megavatios de potencia; y el Peña Armada, de 20 megavatios y ubicado en Friol (Lugo). En ambos complejos, promovidos en su momento por Unión Fenosa, mantenía un 20% de participación.
La venta se cerró en siete millones y generó un beneficio consolidado para la conservera de 4,5 millones, según consta en su memoria de ejercicio. «Los parques eólicos españoles, por su parte, se han beneficiado de los elevados precios de mercado que se han mantenido durante la mayor parte del año, lo que les ha permitido alcanzar niveles récord de facturación y resultados. En este contexto de mercado favorable para el sector, que ha contribuido a elevar las valoraciones de los activos energéticos, el grupo ha optado por la venta de las participaciones mayoritarias que poseía en sus dos parques eólicos ubicados en Chile así corno de sus participaciones minoritarias en dos parques eólicos españoles, obteniendo por todos ellos importantes plusvalías», explica la compañía en su informe de gestión.
El área de energía aportó un resultado de explotación positivo de 56,5 millones, frente a los 7,1 millones del año anterior.
Récord de ingresos y subidón en Brasil
Los extraordinarios del ejercicio afectan de manera significativa al balance. Los activos de Jealsa merman hasta los 686 millones (724,4 millones en 2021) y el patrimonio neto engorda hasta los 144 millones (121,5 en 2021). La compañía alcanzó un resultado de explotación de 58,8 millones, pero estaría por debajo de los 39,6 millones de 2021 sin las ventas de la división energética. El ebitda se situó en los 87,5 millones, 14 millones por encima del registrado el año anterior.
Los beneficios, en consecuencia, no reflejan las dificultades que entrañó el ejercicio para la conservera, pues su negocio principal se vio afectado por el aumento del precio de la energía, el encarecimiento del tráfico por contenedor en las rutas marinas, la subida del coste del envase y del cartón o la evolución al alza del precio del aceite, que en el caso del girasol llegó a duplicarse en un mes. «El precio del pescado, principal input de la división, tampoco fue ajeno a este escenario, experimentando importantes alzas en la segunda mitad del ejercicio. Esta situación ha obligado a realizar subidas en los precios de venta, aunque sin llegar a repercutir la totalidad al consumidor, lo que se ha traducido en una importante reducción del resultado antes de impuestos a pesar del incremento del 9% en su cifra de negocio», explica Jealsa en su informe de gestión.
Planta de Jealsa / Jealsa
Como en tantas otras empresas del sector alimentario, el récord de ingresos del año de la inflación, con 814,8 millones de facturación, no se trasladó fielmente a los beneficios. Sin embargo, la multinacional gallega destaca el comportamiento positivo de mercados como el español y el chileno, con incrementos del 8% en la cifra de negocio; y especialmente del mercado brasileño, con un aumento del 37%.
La actividad en España está muy vinculada a Mercadona, comprador de atún para marca blanca de la fábrica de Escurís. El año pasado, Jealsa facturó a la cadena de Juan Roig 334 millones, un 41% de su cifra de negocio. En 2021 las ventas al grupo de supermercados líder en España representaban el 44% de la facturación del grupo.
Del incendio al dividendo
Los últimos años no han sido sencillos para Jesús Alonso. Antes de dar carpetazo a la pandemia por Covid, un incendio calcinó 11.000 metros cuadrados del complejo industrial de Boiro y, sin que diese tiempo a repararlo, comenzó a azotar la inflación. Jealsa señala que la aseguradora se había comprometido al «pago de una indemnización por importe de 93.985.394 euros para cubrir tanto las pérdidas del inmovilizado y existencias siniestradas corno el lucro cesante derivado en la pérdida de ventas y de los sobrecostes incurridos por la externalización de procesos productivos». De esta cuantía, 79,6 millones se imputaron ya al ejercicio de 2021, mientras que el año pasado contabilizó 14,3 millones correspondientes al lucro cesante, lo que engorda todavía más los extraordinarios.
La conservera gallega contaba a finales de 2022 con 4.421 trabajadores; siete plantas industriales situadas en España, Brasil, Chile y Guatemala; y una flota atunera compuesta por dos pesqueros y un barco auxiliar que faenan en el Atlántico. En junio del año pasado, en la junta de accionistas, decidió el reparto de 10 millones de dividendo con cargo a las reservas de libre disposición.