Así se disparó el precio del alquiler: un 48% en A Coruña y un 37% en Vigo en ocho años
La recuperación del mercado inmobiliario tras la crisis financiera ha deparado un progresivo encarecimiento de los alquileres en las zonas urbanas, generando finalmente iniciativas políticas y legislativas encaminadas a facilitar el acceso a la vivienda. Alfonso Rueda anunció la incorporación de 1.800 viviendas al parque público en cuatro años para destinarlas al alquiler social y el Ejecutivo de Pedro Sánchez también avanzó que destinará 1.285 inmuebles de la Sareb al arrendamiento de bajo coste en Galicia. En paralelo, está tramitándose la nueva ley de vivienda, que fijará límites a los precios del alquiler y contra la que es previsible que se produzcan recursos de las comunidades autónomas gobernadas por el PP.
La ofensiva política, que llega a las puertas de que se abra un nuevo ciclo electoral con las próximas municipales, se produce tras años de constante subida de precios en las ciudades gallegas, tendencia que tampoco se interrumpió con la pandemia. En A Coruña, el pago medio se situaba en 2014 en los 403 euros, mientras que a cierre de febrero de este año alcanzaba los 595 euros, un 48% más, según los datos del Observatorio da Vivenda de Galicia. En el mismo periodo, el alquiler en Vigo se encareció un 36%, en Pontevedra casi un 40% y en Santiago un 35%.
Estas son, sobre todo en el caso de A Coruña, Vigo y Santiago, las zonas más tensionadas, en un momento de caída histórica de viviendas en el circuito de comercialización del alquiler en Galicia, que oscilan entre las 3.000 y las 3.200, según datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias.
A Coruña ha sido la ciudad en la que más han subido los precios en el balance global desde 2014, los datos más antiguos que ofrece el Observatorio, y la segunda si se analizan los últimos cuatro años. En la ciudad herculina, el alquiler medio se situaba en los 477 euros a principios de 2019 y en los 486,6 en mayo de ese año. Desde entonces han subido un 22,2%. Solo en Ferrol, con un incremento del 25,7%, superan esta cifra, aunque la evolución es algo más contenida desde 2014, con una subida del 43%.
En Santiago y Pontevedra el aumento desde 2019 también superó el 20%, en Vigo fue del 17%, en Lugo del 18%, y en Ourense del 10,65%. A Coruña es la única ciudad en la que el alquiler se ha encarecido en más de 1.200 euros al año, es decir, más de 100 euros al mes desde 2019. También es la que marca el precio medio más elevado, con 595 euros.
Le sigue Vigo, con 570 euros mensuales de alquiler medio; Pontevedra, con 545 euros; y Santiago, con 527 euros. Muy lejos de estas cifras están Lugo, Ourense y Ferrol, donde el arrendamiento de vivienda se mueve en torno a los 430 euros.
Dentro de las propias ciudades hay diferencias significativas en precio en función de la ubicación, del barrio en el que se encuentra el inmueble, así como de las características y antigüedad del mismo.
La oferta de pisos turísticos quintuplica a la del alquiler
En Galicia hay 17.923 viviendas de uso turístico registradas. Mientras el precio del alquiler convencional se elevaba, el número de pisos turístico aumentó en 9.400 en cuatro años. Si tenemos en cuenta que hay unas 3.200 viviendas en comercialización para arrendamiento tradicional, la oferta de alquiler vacacional es cinco veces mayor.
La patronal inmobiliaria Fegein prevé que este número aumente debido a la penalización al propietario que establece la nueva ley de vivienda, incluyendo la inseguridad que genera el límite a los precios. Ante ese escenario, prevén que una parte de las viviendas en comercialización se refugien en el alquiler vacacional, que ofrece mayores rentabilidades, o decidan vender el inmueble.
Aunque la proliferación de pisos turísticos no es el único factor que influye en el incremento de precios, sin duda contribuye a ello, pues mengua la oferta disponible.