La promesa de Ferroatlántica: está “cerrando” los acuerdos energéticos para reiniciar su planta de Sabón

Cuenta atrás para la firma de los ansiados ppa (contratos de suministro de energía a largo plazo) para Ferroatlántica. Su matriz, Ferroglobe, ha reconocido en su presentación de resultados del primer trimestre que se encuentra ultimando los detalles para rubricar estos acuerdos sentarán las bases para el reinicio de su actividad en España-

“Estamos cerrando dos contratos de energía para varios años que nos permitirán acceder a energías 100% renovables a precios competitivos. Estos contratos reafirman nuestro compromiso con la energía limpia y aumentar nuestra producción en España», ha destacado el consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi.

La compañía ha realizado este anuncio una semana después de su apagón total en España. Y es que Ferroglobe apagó el pasado miércoles el único horno que permanecía activo en su planta de Guarnizo (Cantabria). Este había sido reactivado meses atrás para atender pedidos puntuales y ahora, una vez completados, siguen los pasos de Sabón.

Caída de beneficios en medio del parón en España

La factoría gallega permanece con todos sus hornos apagados desde el pasado verano ante la tormenta perfecta ocasionada por unos costes de la energía al alza y una demanda a la baja. Además, tanto la planta de Sabón (Arteixo), como la de Monzón (Aragón) y Guarnizo han sido objeto de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a un máximo del 75% de la jornada de los trabajadores hasta final de año.

La compañía alegó razones «organizativas y productivas» para acometer esta medida ante el descenso de los pedidos. Este factor se ha hecho notar en la cuenta de resultados de Ferroglobe en este primer trimestre del año. En concreto, su cifra de negocio descendió desde los 715,3 millones de dólares logrados en el primer trimestre de 2022 hasta los 400,9 millones de este arranque de 2023.

Este recorte ha venido acompañado de una bajada de su beneficio neto, que ha pasado de situarse en los 165,3 millones de dólares en los tres primeros meses de 2022 a moverse en los 7,8 millones de dólares (7,1 millones de euros) entre los meses de enero y marzo.

Desde el comité de empresa de Ferroatlántica en Sabón aseguran que este descenso en el nivel de pedidos es «temporal» y que responde a un ciclo de mercado que ahora atraviesa uno de sus puntos más bajos. Es por ello que, según defienden, el objetivo pasa por dotar a las fábricas españolas de un marco energético estable para que cuando se reactive la demanda de, por ejemplo, el silicio metal, esto se traduzca en carga de trabajo y pedidos para factorías como la de Sabón.

«Mientras no resuelva el tema energético corremos el riesgo de que esta producción se acabe deslocalizando a otros países como Francia o Noruega, que tienen precios más asequibles», subrayan fuentes sindicales. En este sentido, los representantes de los trabajadores apremian a la empresa a cerrar los acuerdos por los ppa para poder reactivar al menos uno de los tres hornos en Sabón. «Mantenemos la esperanza en que la empresa pueda alcanzar un ppa. A ver si de esta vez va la vencida», apuntan.

Ampliación del negocio minero

En paralelo, Ferroglobe también ha desvelado los planes con su otro gran negocio en Galicia. Se trata de las minas de las que extrae el cuarzo con el que alimenta a la planta de Sabón. La multinacional ha reconocido que ultima negociaciones para adquirir una nueva mina de «cuarzo de gran calidad» cuya ubicación todavía no ha desvelado y que, además, expandirá su huella en el yacimiento de Serrabal.

«Durante el primer trimestre hemos recibido la aprobación por parte de nuestro consejo de administración al plan para expandir la mina de cuarzo de Serrabal, permitiendo la extracción de 300.000 toneladas anuales adicionales de cuarzo de gran calidad», ha avanzado Marco Levi durante la presentación ante inversores.