La nueva vida de El Musel: socio de Galicia con la regasificadora y competidor en hidrógeno y eólica marina
El acuerdo histórico alcanzado la semana pasada entre Reganosa y Enagás, con el que los de Antonio Llardén se hacen con los gasoductos de la firma gallega que, a su vez, adquiere el 25% de la planta de regasificación del puerto gijonés, supone una nueva etapa en la relación de El Musel con Galicia. Aunque la entrada en la regasificadora supone tener en el municipio asturiano un socio, lo cierto es que el puerto continúa como competidor en dos de los sectores claves en los próximos años en el ámbito energético: la eólica marina y el hidrógeno verde.
Con la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), Asturias cuenta con tres de las 18 zonas habilitadas para el desarrollo de la eólica marina: dos de ellas en la costa occidental y otra frente a Gijón. El Gobierno autonómico expresó su satisfacción al conocer que «Asturias es una de las cuatro comunidades peninsulares en las que se han identificado zonas con recursos energéticos aprovechables».
El espacio situado frente a la costa de Gijón y Carreño cuenta con una superficie de más de 151 kilómetros cuadrados que encajaría con las áreas estudiadas por los promotores. En esta zona, la alianza formada por Naturgy y Enagás plantea la construcción de un parque eólico marino para proporcionar el suministro energético a la producción de hidrógeno verde en El Musel.
Fábrica de estructuras y componentes para la eólica marina
Dentro del puerto gijonés se plantean otros proyectos relacionados con la cadena de valor de la eólica offshore. Uno de los que está más avanzados es la iniciativa del Grupo Zima y Duro Felguera para fabricar estructuras y componentes para la eólica marina, que supondrá una inversión de 80 millones de euros y la creación de 1.100 puestos de empleo –300 directos y 800 indirectos–.
Cabe destacar que ambos grupos competían en un principio por hacerse con los 120.000 metros cuadrados en la zona de ampliación de El Musel para levantar la factoría. El pasado mes de enero alcanzaron un acuerdo tras meses de espera para participar de forma conjunta en el proyecto.
El grupo Zima fue el primero en solicitar a la Autoridad Portuaria de Gijón la concesión de este espacio para el proyecto. En ese momento se abrió un proceso para que se pudiesen presentar otras ofertas al que concurrió Duro Felguera. Finalmente será la sociedad Dea Astúrica, constituida por ambas compañías, la que levantará la planta.
El proyecto, que fue presentado en diciembre de 2021, contempla la fabricación de todos los equipos que la eólica offshore requiere, a excepción de las palas y las turbinas. Tendrá una «concepción flexible» para que pueda hacer otros componentes. Según las previsiones, parte del trabajo de la planta se subcontratará a algunos talleres metalúrgicos existentes en el Principado de Asturias.
La intención de ambas firmas es iniciar las obras para levantar la planta a lo largo del 2025, tal y como apuntó la semana pasada el presidente de Zima –y también de la nueva sociedad–, Miguel Zorita.
Por el momento, la nueva sociedad está a la espera de superar el periodo de concurrencia en el que pueden ser presentados otros proyectos que opten a ocupar el espacio de la ampliación del puerto gijonés. Desde Zima esperan que este proceso no se extienda más allá del verano. Superado ese plazo, según ha explicado Zorita, solo podrá haber alegaciones «pero no oposición» en la fase de tramitación y será cuando comiencen las negociaciones sobre la financiación.
Hidrógeno verde
Asturias está llamada a tener un papel protagonista en el sector del hidrógeno verde al tener conexión con los dos ejes de la red nacional. El proyecto H2Med que presentó el Gobierno el pasado diciembre en Bruselas para aspirar a los fondos de los Proyectos de Interés Común garantizará la conexión del hidrógeno a nivel europeo. Además de las líneas que unirán España con Portugal y Francia, la Red Troncal contempla en la península ibérica el desarrollo de dos ejes o columnas vertebrales: una de sur a norte y otra que une el Cantábrico con el Mediterráneo.
En ambos casos empiezan o terminan en Gijón, que se convertirá en el epicentro del plan del Gobierno para liderar el sector. El Musel desempeñará un papel protagonista en la subconexión Vía de la Plata en la que el puerto se sitúa como pieza clave para la exportación.
Además de su presencia en el corredor del hidrógeno, El Musel parece estar llamado a participar en el sector desde otras perspectivas. En concreto, hay empresas que ven en los terrenos de ampliación del puerto la ubicación perfecta para levantar sus proyectos.
Tal y como afirmó la semana pasada el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido, actualmente dos proyectos de generación de hidrógeno están sobre la mesa.
En ambos casos proceden de compañías que están interesadas en ocupar al menos 50.000 metros cuadrados del terreno de ampliación. Una de las iniciativas va algo más allá de la propia generación y también prevé la evacuación del hidrógeno mediante el amoniaco, líquido que facilita su transporte.
A estos proyectos hay que sumar otra más, que se encuentra aún en fase de conversaciones, impulsado por una empresa que estaría interesada en levantar una planta de generación de hidrógeno en un espacio de 37.000 metros cuadrados.