La dueña de Ferroatlántica gana 543 millones en pleno parón de su planta en Sabón
Paradoja en Ferroglobe, el grupo especializado en la producción de silicio metal y ferroaleaciones participado por el Grupo Villar Mir. Mientras sus plantas de Ferroatlántica en España atraviesen su particular via crucis – la de Sabón está parada y en ERTE y esta misma semana la Xunta advertía del riesgo de deslocalización de la producción— el grupo cerró el ejercicio 2022 con cifras récord. Según la información remitida este jueves, se anotó un beneficio neto de 543 millones de euros frente a las pérdidas de 40 experimentadas en 2021.
Los ingresos alcanzaron 2.454 millones de euros, un 46% más que los del año anterior. Sin embargo, el grupo, que cotiza en el Nasdaq americano, informa que en el último trimestre del año cayeron un 24% hasta 424 millones de euros, un 24% menos que los del tercer trimestre y un 21% por debajo de los del mismo periodo de 2022.
La compañía atribuye este descenso a los menores volúmenes de la cartera de productos y al descenso de precios.
Desaceleración en el último trimestre
En su comunicación, Ferroglobe indica que “el conflicto en Ucrania ha interrumpido las cadenas de suministro y ha causado inestabilidad en la economía global”. Además, explica que las sanciones impuestas al carbón y productos asimilados como la antracita y el coque metalúrgico han obligado a la compañía a redirigir el abastecimiento de dichos productos a otros orígenes en un momento de fuerte demanda del mercado.
En 2022, Ferroglobe registró un ebitda ajustado (resultado operativo positivo ajustado) récord de 812 millones de euros, un 380% más en tasa interanual.
Por el contrario, el ebitda ajustado del último trimestre se redujo descendió a 122,7 millones de euros, un 30% menos que en el tercer trimestre y un 52% más que en el cuarto trimestre de 2021.
