La confesión de Alcoa: carga sobre San Cibrao la mitad de su recorte a nivel mundial
Alcoa pone números a los recortes de producción causados por la crisis energética. La multinacional que preside Roy Harvey ha detallado en la presentación de sus resultados del recién finalizado 2022 que ha reducido su capacidad en un total de ocho factorías para capear con los elevados precios de la electricidad y las materias primas.
En concreto, de las 16.811 toneladas métricas de capacidad con las que cuenta en su portfolio, la compañía reconoce que mantiene fuera de servicio hornos con los que podría producir unas 1.882 toneladas. Esta cifra representa un 11,2% del total, según los registros de la multinacional, que revela que algo más de la mitad de este ajuste recae en San Cibrao.
Y es que en el complejo de A Mariña Lucense se han abordado recortes de 1.028 toneladas de producción. Por un lado, el apagón en la planta de aluminio hasta enero de 2024 deja fuera de servicio unas instalaciones que contarán con capacidad para producir 228 toneladas métricas anuales una vez se produzca el rearranque de las series de electrólisis.
‘Apagón’ en San Cibrao
La compañía mantiene en su hoja de ruta la previsión de reanudar su actividad en la planta de aluminio en enero de 2024, pero se ha citado con los sindicatos para negociar cambios en los términos del acuerdo cerrado a finales de 2021. Alcoa anunció este movimiento después de anunciar que la factura de las inversiones previstas en la planta se han disparado desde los 103 millones de euros inicialmente presupuestados hasta los 191 millones como consecuencia de la inflación.
Además, el horno de ánodos no estará disponible para un enero de 2024 que Alcoa encara con acuerdos con Greenalia y Endesa para alimentar el 75% de sus necesidades energéticas con parques eólicos de nueva creación.
Pero al parón en la planta de aluminio se suma desde el pasado verano el recorte en la alúmina. La planta controlada al 60% por Alcoa y al 40% por su socio australiano Alumina Limited opera a mitad de capacidad como consecuencia de los elevados precios de la energía. En este sentido, la multinacional detalla que en estos momentos la factoría puede producir 800 de las 1.600 toneladas métricas de alúmina para las que está originalmente preparada.
De Europa a Sudamérica
De esta forma, San Cibrao absorbe en sus dos fábricas el 54,6% de todos los recortes de producción que Alcoa ha planteado en cuatro continentes. Además de España, la multinacional ha pasado la tijera en Europa con un recorte de producción del 33% en su factoría de Lista (Noruega), que inicialmente contaba con capacidad para producir 95 toneladas métricas de alúmina.
En Estados Unidos, por su parte, la planta de alúmina de Warrick opera al 40% de su capacidad mientras que la de Intalco se ha visto sometida a un apagón igual que la de aluminio de San Cibrao. Los recortes han hecho también acto de presencia en Sudamérica, en donde se ha efectuado una reducción de la producción de aluminio del 55% en Poços de Caldas y de casi el 60% en la de factoría de alúmina São Luís.
Por último, en Australia ha sido la factoría de Portland la que se ha visto sometida a un recorte por el cual renuncia a 11 de sus 197 toneladas métricas de producción de aluminio de capacidad. A esta se suma la planta de Kwinani, en la que Alcoa ha anunciado un recorte del 30% en su actividad a comienzos de este mismo año como consecuencia de la avería en la planta de gas de Chevron, que ha tensionado la cadena de suministro de energía en todo el país oceánico.
Pérdidas millonarias por la crisis energética
Esta ola de recortes de producción por parte de Alcoa ha tenido lugar en un año en el que ha visto cómo su cuenta de resultados se daba la vuelta. Así, del beneficio neto de 429 millones de dólares logrado en 2021 y las ganancias de 1.018 millones cosechadas en los seis primeros meses de 2022, la multinacional pasó a teñir sus cuentas de rojo y despedir el año con unas pérdidas por valor de 102 millones de dólares.
«Las turbulencias globales influyeron negativamente en los costes de las materias primas y la energía y vimos una variación significativa en el precio de los productos entre la primera y la segunda mitad del año», detallaba la compañía en su presentación de resultados. En ella se daba cuenta de que la firma se anotó pérdidas millonarias en 2022 pese a ver cómo su facturación repuntaba desde los 12.152 hasta los 12.451 millones de dólares, marcando así máximos no vistos desde el año 2018.