Galicia, sitio distinto
Otro acierto más, este ya segundo y con pleno al quince, por parte de Economía Digital Galicia en su propuesta y promoción del Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia. Elaborado por un equipo de casi una decena de grandes profesionales, resultado del talento coordinado, está en la calle ya, a partir de su presentación el pasado día 18 de abril, una herramienta imprescindible para entender el paisaje urbano de esta nuestra Galicia.
Ya lo cantaba con sus bizarros Os Resentidos el ya rosaliano Antón Reixa, parte de la historia patria, en su festivalera canción “Galicia sitio distinto”: “E tanto che me ten, ven!”.
Tacón, tacón, punta tacón
A modo de muiñeira, el estudio conjuga lo mejor del sustento de nuestra danza tribal autóctona, el territorio, con el máximo conjunto de instrumentos galaicos posibles, los inapelables datos sobre las siete grandes metrópolis galaicas. Incluso tiene su propio “aturuxo”, ese grito que se utilizaba en las fiestas, invitando al baile, para dar ánimos a los bailarines, fuerte, agudo y prolongado. Antigua exclamación de guerra, se emparenta con los avisos obligados a quienes debieran estar alerta.
Compuesto el ímprobo trabajo mediante una ingente suma de indicadores, en número superior a los ochenta, el estudio ofrece conclusiones a través de cuatro indicadores sintéticos concebidos con el rigor propio de un estudio realizado concitando todas las fuentes documentales más reconocidas, sostenidas en 27 referencias.
El aturuxo, como toda buena muiñeira que se precie, se da ya al inicio: aprobamos raspado, un aldabonazo estruendoso a quienes siguen considerando a Galicia como un paraíso verde con ciudades idílicas donde la vida mantiene otro ritmo: “Agora è cando, Galicia è onde”. El Atlas nos devuelve a una nunca olvidable humildad en la que siempre debiéramos permanecer.
Unha volta e outra volta e despois, reviravolta!
A pesar de las dificultades para la obtención de los datos para tejer las siete partes del Atlas, la disparidad de modelos de ciudad que existen entre las también siete capitales gallegas, todavía dota de mayor valor al estudio. Las diferencias, en conjunto y con detalle, entre las capitales gallegas ponen de manifiesto nuestra bien conocida tendencia al “ferradismo”. Nos atrevemos a respaldar con rotundidad dos de las afirmaciones diáfanas del Atlas: que no existe un modelo único ni ideal de ciudad y que el compromiso ambiental en nuestras ciudades puede y debe mejorar. En términos académicos, muy queridos para el profesor Xosé Gabriel Vázquez, alma del trabajo, estudiamos para aprobar y no para saber. Falta, en todos los casos, no solo un modelo de ciudad posible sino también, siete modelos de ciudades probables.
La especialización que, en estos momentos, exige la diferenciación que deberán tener las ciudades en el mundo, unas con otras, obliga a las propias a contar con sus específicas peculiaridades identitarias. Nuestras urbes se caracterizan, debido al “ferradismo” por su definición en contraposición: A Coruña no es Vigo, Santiago es un barrio limítrofe de la ciudad de A Coruña. Lugo también existe, amurallada, pero más que Ferrol y en Pontevedra se vive mejor que en Vigo; Ourense, va por libre, termal pero menos textil que A Coruña. La Galicia de los contrastes, pero siempre en contraposición;la gastronomía y el paisaje no pueden ser únicos referentes de una Galicia del futuro, cuando dicho futuro se construye alrededor de las urbes sostenibles. Que vengan, sí, pero para quedarse más allá de un par de días; pero eso, hay que sostenerlo.
Hora es ya, y la propuesta del Atlas obliga, de hacer una reflexión autonómica del modelo de ciudades que precisa Galicia. Incluso, dada la cercanía de las elecciones municipales, de tratarlo en particular con cada ciudad gallega concreta bajo el formato de lo intangible: A Coruña ahondando en la innovación, Santiago apostando por la creatividad y Vigo orientado a las aplicaciones industriales, tratando de que Ferrol, Ourense, Pontevedra y Lugo encuentren su identidad sostenible como ciudades con un lema propio, más acorde con los tiempos de la cacharrería tecnológica y la temible inteligencia artificial. Naturaleza y manduca, reconfortan, como en el Camino, pero no son el camino, ese itinerario que Julián Rodríguez, director de Economía Digital Galicia, considera que debe orientar a la Sostenibilidad como un viaje, el viaje a alguna parte.