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Nadia Calviño: “Me han dicho que van a volver a Santiago ¿Tú vas a volver, Valdis?”
Más de un millar de policías, un centenar de delegaciones de distintos países y 60 ministros de finanzas pasaron por Santiago este fin de semana para la reunión informal del Ecofin, un evento llamado a engrasar la candidatura de Nadia Calviño a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones y en el que la presidencia española pretendía dar un impulso decisivo a las nuevas normas fiscales, una tarea compleja en la que se juega buena parte de su éxito al frente del Consejo de la UE.
La propia Calviño calificó la cita de Compostela como «histórica» por la presencia por primera vez de ministros de América Latina y el Caribe, territorios donde la UE prevé movilizar una inversión público-privada de más de 45.000 millones a través del programa Global Gateway. El 21% del PIB mundial pasó por la Cidade da Cultura, el complejo que impulsó Manuel Fraga antes del crack del ladrillo y que 20 años después Alberto Núñez Feijóo dio por concluido por el triple del presupuesto inicialmente previsto.
«A lo largo de la jornada ha habido muchas metáforas relativas al Camino de Santiago. El hecho de que las reuniones se hayan celebrado aquí ha supuesto un elemento muy positivo y ha sido muy valorado por los participantes», dijo Nadia Calviño en la rueda de prensa posterior a la reunión informal del Eurogrupo.
La vicepresidenta primera en funciones acompañó el jueves a sus colegas europeos en una visita a la catedral compostelana y cerró el círculo este sábado obsequiándoles con uno de los dulces más emblemáticos de Galicia, la tarta de Santiago. El regalo fue bien acogido por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, que un día antes reconocía el sobrecogimiento que le produjo la visión del templo desde la Praza do Obradoiro, donde llegó a primera hora de la mañana. Ese mismo escenario infundió en el director del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Pierre Gramegna, un sentimiento de «humildad» ante la «inspiradora» Catedral.
Christian Lagarde sostiene una tarta de Santiago
Calviño se creció ante su éxito como anfitriona. «Estoy segura de que muchos van a volver. Todos van a volver. No sé, Valdis, ¿tú vas a volver?» El sobrio letón, Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, replicó un lacónico «sí». «Muchos de ellos me han dicho que volverán lo antes posible con sus familias, que este primer contacto con Galicia y este primer descubrimiento de Santiago les ha emocionado profundamente y creo que, en ese sentido, ha sido muy positivo para la imagen de nuestro país y de esta maravillosa ciudad», prosiguió la candidata a la presidencia del BEI.
Alrededor de la cumbre europea se celebraron numerosos actos paralelos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Pagos Internacionales (BIS) firmaron su primer acuerdo de colaboración para impulsar la inclusión financiera en América Latina en un acto en el Hostal dos Reis Católicos, en el que estuvo presente Pablo Hernández de Cos, el gobernador del Banco de España.
Por la sede de Abanca en la Praza de Cervantes asistieron a unos diálogos el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano; el del Banco Central de Uruguay, Diego Labat; el vicepresidente del Santander, José Antonio Álvarez; el director de Caixa Rural Galega, Jesús Antonio Méndez; la presidenta de AEB, Alejandra Kindelán; o el ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, entre otros.
Líderes mundiales convivieron dos días con vecinos, turistas y peregrinos en una urbe universitaria que tiene casi 800 viviendas vacacionales y apenas 200 pisos para alquilar en el circuito de comercialización.