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Escotet (Abanca): «Nos hemos convertido en demasiado eurocéntricos»

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Juan Carlos Escotet participó este viernes en una de las mesas de análisis del Foro La Toja, las jornadas impulsadas por Hotusa en la Illa da Toxa (Pontevedra), para disertar sobre la transformación económica de España y sobre la posición de Europa en el proceso de descarbonización. Se buscaba un plan en el cónclave en el que participaron también el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle; el de IAG, Luis Gallego; y el presidente de Deloitte España, Héctor Flórez; pero acabó siendo una matización y un listado de dificultades para el cambio de modelo productivo tras el golpe del Covid.

«Transformar el modelo productivo requiere de un liderazgo y un discurso. El plan de transformación y resiliencia va en la dirección adecuada, pero me preocupa el retroceso en la posición de España y Europa. Nos hemos convertido en muy Europa-céntricos y eso nos ha llevado a descuidar alianzas naturales, como con Latinoamérica. Hemos cedido espacio para que Rusia y China trabajaran mejor su posicionamiento«, advirtió el presidente de Abanca, venezolano y buen conocedor de la economía del otro lado del charco.

Escotet también llamó la atención sobre la pérdida de peso de Alemania como uno de los factores que está afectando al liderazgo europeo en el proceso de transformación económica, aludiendo tanto al menor crecimiento económico y del PIB germano como a los problemas que afloraron tras la invasión rusa de Ucrania. «Hay una pérdida de legitimidad, si me permitís el concepto, a raíz de su dependencia estratégica derivada de su relación con Rusia«, apuntó el banquero.

El factor industrial

El panel de análisis concedió que España tenía un potencial enorme en energía renovable, lo que le otorga una posición de fuerza en el escenario europeo. Esa es la parte buena de los tradicionales males que aquejan su economía y que le dificultan la convergencia con la media de Europa. Escotet aludió al menor crecimiento del PIB per cápita o a la baja productividad. Y lo explicó centrándose en el menor peso del sector industrial en la economía española. «Hemos perdido un 14% de productividad en relación a la media europea desde el Covid, y es lógico, cuando vemos que el peso de la industria en la composición del PIB supone solo un 15%, 5 puntos menos que hace 20 años. La media europea está en el 25%», señaló el presidente de Abanca.

En cambio, el sector bancario «es el que mayor convergencia tiene con Europa». «Probablemente la situación más llamativa a la que puedo hacer referencia porque recordad que hace una década estábamos recibiendo ayudas europeas. De una situación muy delicada, pasó a un perfil muy resiliente y sólido. Solo hay tres países con mejores resultados en el test de estrés, lo que demuestra que hizo los deberes mejor que Alemania o Italia», razonó el banquero, que desgranó algún dato comparativo, como que pasó de una tasa de morosidad del 14% al 3,4% en un proceso muy duro, que conllevó la reducción de 112.500 empleos.

De la dependencia digital a la tecnológica

Las potencialidades de España en energía renovable contrasta con sus dificultades para la digitalización. Y este es un problema serio, pues de poco sirve superar la dependencia energética si después se mantiene una «dependencia en componentes tecnológicos», advirtió Escotet. «La media de la inversión en I+D+I es muy poca. La sostenibilidad transita también por la digitalización y estamos perdiendo la batalla, sino la hemos perdido ya. No tenemos una presencia relevante en las empresas digitales y tecnológicas del mundo. No figuramos. Estados Unidos representa el 35% de la inversión tecnológica. Nos lo tenemos que hacer revisar», alertó.

El banquero mostró su escepticismo respecto a la insistencia europea en la regulación y sobre el cerco a las big tech, pues le parece una visión «ingenua» y poco efectiva. «No creo que sea el camino», zanjó.

La banca, la nueva ‘Policía verde’

Escotet, que expresó el objetivo irrenunciable de la sostenibilidad para la banca, explicó que las entidades financieras pueden ser un catalizador y un acompañante para la descarbonización, pero con sus límites. «Se está convirtiendo al sector en la ‘Policía verde’, se nos está poniendo una agenda muy exigente y no se ve correspondida ni por las exigencias al resto de actores ni por la información de que disponen», señaló el presidente de Abanca.

Se refiere al control que deben mantener las entidades sobre los cumplimientos de las empresas de los requisitos europeos, la famosa taxonomía medioambiental de la UE. «Nuestros clientes muchas veces no saben qué volumen de emisiones tienen, ni sus exigencias de reducción de las mismas. El 75% de las empresas de menos de 10 empleados no han integrado los objetivos de sostenibilidad. Mal podemos los bancos custodiar eso. No se está haciendo diferencia entre las pymes y la gran empresa y tenemos el riesgo de que se queden fuera del circuito y se vea comprometida su supervivencia», señaló Escotet, quien recomendó una regulación «más progresiva» para facilitar la transición sin sacrificar los resultados de la descarbonización.

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