El Musel, el negocio de Reganosa y Enagás, entrará en la disputada carrera por el hidrógeno y el amoniaco verde
La regasificadora de El Musel está llamada a desempeñar un importante papel en la transición energética. Además del protagonismo que tendrá en el ámbito del hidrógeno verde como punto de conexión con los dos ejes de la red nacional dentro del proyecto H2Med, que presentó el Gobierno el pasado diciembre en Bruselas, también se plantea su irrupción en el sector del amoniaco renovable.
Así lo ha deslizado el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, en una entrevista en Cinco Días en la que menciona la posibilidad de «preparar las plantas de regasificación para ser compatibles con el amoniaco», algo que califica como un «reto que no hay que minusvalorar, porque hacen falta recursos, una alianza público-privada y señales a los fabricantes».
Cabe recordar que el pasado febrero Reganosa se hizo con el 25% de la factoría asturiana tras un acuerdo histórico con el que los de Antonio Llardén se quedaron con los gasoductos de la firma gallega, convirtiéndose así en el «único operador de alta presión en España».
Los planes de Enagás pasan por aprovechar en el futuro estas infraestructuras y preparar las plantas de regasificación para el amoniaco, algo que ha quedado patente esta misma semana con el anuncio de su alianza con la firma Hanseatic Energy Hub GmbH (HEH) para operar en la futura terminal de GNL de Stade (Alemania) y que también estará preparada para este compuesto renovable.
Proyectos de hidrógeno verde
El aterrizaje del amoniaco en El Musel no se percibe, por el momento, como algo próximo. Más cercano está el desarrollo de los primeros proyectos de hidrógeno verde, vinculados a los grandes consumidores actuales de este vector energético (refino, fertilizantes y siderurgia). Las iniciativas más importantes, planteadas en Asturias, la Comunidad Valenciana y en Aragón, podrían ser las primeras en «madurar», con «un horizonte de entre 12 y 18 meses», según explicó el consejero.
Estos primeros proyectos se incluyen dentro del programa HyDeal, iniciativa que desarrollará junto a Arcelor y Fertiberia y que supone la canalización del hidrógeno verde generado en Castilla y León para abastecer a las instalaciones de la siderúrgica y de la nueva planta de amoniaco que la compañía de fertilizantes plantea en Avilés.
A la espera de comenzar a operar
Sin embargo, hay un hito que tendrá lugar antes de que todos estos proyectos lleguen a materializarse: la puesta en marcha de la regasificadora. Según explica en la entrevista el consejero delegado, los planes de la compañía es que pueda estar operativa a partir del próximo mes.
Para poder entrar en funcionamiento la planta necesita la resolución favorable del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el acta de puesta en servicio por parte del Área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno en Asturias y, en paralelo, la licencia municipal del Ayuntamiento de Gijón.
La entrada en funcionamiento de la planta, diez años después de que finalizase su construcción, ha generado una gran expectación en el sector. Así lo destacó Gonzalo en la presentación de resultados del primer trimestre, el pasado abril, en la que subrayó que «el proceso de asignación de capacidad (open season) para servicios logísticos de la planta, despertando un alto interés entre los operadores involucrados». De hecho, reveló que hasta «16 operadores han presentado sus ofertas para reservar capacidad en la planta«.
Conexión con la red
Aunque en un primer momento se planteó la posibilidad de que la planta actuase únicamente como punto de almacenamiento, lo cierto es que tendrá conexión con la red e inyectará al sistema el 40% del gas.
En la entrevista en Cinco Días el consejero ha detallado que «por su carácter singular» El Musel «operará como una planta de servicios logísticos». Sin embargo, y por cuestiones técnicas, con el almacenamiento de GNL, «una parte se convierte en gas, porque el almacenamiento no es perfecto, y un 40% de ese gas debe ser inyectado al sistema».