El alquiler de habitaciones en Galicia emerge ante la escasez y el precio de los pisos
El alquiler de habitaciones en Galicia está despuntado a consecuencia del elevado precio de los arrendamientos de pisos y de su reducida oferta, que ha marcado en este mes de febrero mínimos históricos de stock por debajo de las 3.000 viviendas en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia.
Así se desprende del último informe de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) en el que se detalla que la mayoría de la demanda del arrendamiento de habitaciones en las principales ciudades gallegas se corresponde a un perfil de personas entre 18 y 40 años que «con sus ingresos unipersonales no pueden hacerle frente a un alquiler al suponer el un esfuerzo de un 50% de sus ingresos».
Según destaca el presidente de Fegein, Benito Iglesias, «los pisos compartidos son una alternativa para personas que priman vivir en las grandes ciudades de Galicia o sus áreas metropolitanas, pero cuyos sueldos no les permiten tener una vivienda para ellas solas».
Precios de las habitaciones
En total, el número de habitaciones en alquiler es de 915 con la siguiente distribución por provincia:
Pontevedra.- 380 habitaciones
Precio medio .- 275€ habitación
Ourense.- 60 habitaciones
Precio medio.- 200€ habitación
A Coruña.- 400 habitaciones
Precio medio.- 275€ habitación
Lugo.- 75 habitaciones
Precio medio.- 190€ habitación
En el análisis del precio por ciudades, Vigo, A Coruña, Ourense y Santiago son las cuatro urbes en las que el precio por habitación es igual o superior a los 300 euros:
Vigo.- 225 habitaciones
Precio medio.- 360€ habitación
A Coruña.- 200 habitaciones
Precio medio.- 300€ habitación
Ourense.- 50 habitaciones
Precio medio.- 300€ habitación
Pontevedra.- 60 habitaciones
Precio medio.- 250€ habitación
Lugo.- 40 habitaciones
Precio medio.- 225 € habitación
Ferrol.- 50 habitaciones
Precio medio.-200€ habitación
Santiago.- 100 habitaciones
Precio medio.- 310€ habitación
En todo caso, Iglesias señala la importancia a la hora de alquilar una habitación de «prestar atención a qué es lo que realmente se alquila y durante cuánto tiempo para evitar problemas futuros, ya que estos contratos de alquiler por habitaciones se rigen por el Código Civil y no por la ley de arrendamientos». Precisamente por esta particular regulación, la duración de los contratos no es prorrogable y «será establecida según lo pacten las partes».
«Tiene también que quedar perfectamente reflejado quién se hace cargo de las facturas por servicios de luz, agua, basuras o calefacción y si están o no incluidos en el precio mensual», señala el presidente de Fegein.
Oferta de alquiler en mínimos
Desde la Federación alertan de una oferta de viviendas en alquiler en mínimos (con 2.950) y unos precios máximos en A Coruña y Vigo. Con la subida del euribor y el endurecimiento de la financiación hipotecaria, más de un 56% de las unidades familiares gallegas quedan excluidas del segmento de población que puede tener una vivienda en propiedad, por lo que se estima que la demanda de los alquileres siga subiendo en los próximos meses.
Por provincias son A Coruña y Pontevedra las que mayor oferta tienen (con 1.300 y 1.025 respectivamente) seguidas de Ourense (300) y Lugo (325). En el desglose por ciudades, Vigo se sitúa en primera posición (550 viviendas), seguida de la capital herculina (490), Ourense (250), Santiago (240), Ferrol (120), Pontevedra (100) y Lugo (90).
En cuanto a los precios, en el 92% de las viviendas de las dos ciudades principales (Vigo y A Coruña) cuentan es superior a los 500 euros. El precio medio en la ciudad olívica se sitúa en los 9,6 euros frente a los 8,6 de las viviendas coruñesas. Con todo ello, el coste medio en la comunidad ha experimentado un incremento del 6,8% en la comparativa interanual.
El informe de Fegein señala además que tres de cada cuatro viviendas en alquiler habitadas en la comunidad están localizadas en las siete principales ciudades, «con lo cual siguen acaparando casi toda la movilidad laboral en detrimento de los demás municipios».
Entre las causas que justifican la reducción en la oferta de vivienda de alquiler, desde la Federación señalan la desconfianza absoluta de los propietarios hacia una próxima ley estatal de vivienda que las deja en una situación de inseguridad jurídica; la derivación de viviendas de alquiler tradicional hacia el alquiler de viviendas vacacionales, por rentabilidad y seguridad, la falta de incentivos y bonificaciones fiscales a los propietarios; la inseguridad jurídica; la prohibición transitoria de repercusión del IPC en la renovación de contratos de alquiler; una ley de vivienda intervencionista; y el aviso de penalización a las viviendas vacías, o la limitación de precios, penalizan al pequeño propietario que busca una alternativa distinta al alquiler tradicional de su vivienda.