Alcoa, más contundente que nunca: «Es casi imposible ser rentable en Europa
Enésimo aviso de Alcoa por los elevados precios de la energía en Europa. El presidente de la multinacional estadounidense, Roy Harvey, ha asegurado durante su intervención en la trigésimo segunda edición de la conferencia de BMO sobre metales y minería que la abultada de la factura de la luz pone cuesta arriba la actividad de la industria pesada en el Viejo Continente.
En su análisis global del sector, Roy Harvey asegura estar “viendo que hay una desaceleración de producción porque es muy difícil operar una fundición dentro de Europa hoy en día por los precios de la energía”. “Para aquellas que se están acercando al final de su contrato de energía o que están sujetos al spot (precio del mercado diario) es casi imposible operar de manera rentable dentro de Europa”, ha defendido el directivo de la multinacional con sede en Pittsburgh.
A este golpe por el lado de la oferta se suma, en el mercado del aluminio, el de una demanda que suelta el pie del acelerador. “Lo que estamos viendo hoy no es esta clara reducción de la demanda, sino una desaceleración del crecimiento de la demanda”, ha explicado el máximo ejecutivo de Alcoa.
La crisis energética llevó a Alcoa a pérdidas
De esta forma, la compañía estadounidense vuelve a lanzar un mensaje de alerta por la situación de los precios de la energía, un factor que lastró su cuenta de resultados en 2022. Y es que Alcoa pasó de ganar 429 millones de dólares en un 2021 de recuperación postCovid a perder 102 millones en un 2022 marcado por la invasión de Ucrania y el resurgir de la inflación.
“Las turbulencias globales influyeron negativamente en los costes de las materias primas y la energía y vimos una variación significativa en el precio de los productos entre la primera y la segunda mitad del año”, revelaba el ejecutivo durante la presentación de resultados. “Comenzamos 2023 con un conjunto claro de prioridades, sobre la base del trabajo estratégico que hemos llevado a cabo estos últimos años que ha proporcionado un sólido balance”, abundaba.
La crisis energética echó por tierra un primer semestre en el que la compañía se había anotado beneficios millonarios. Tanto es así que solo entre julio y diciembre la firma registró unos números rojos por valor de 1.120 millones de dólares. Durante este periodo, la compañía ha venido aplicando recortes de producción entre sus factorías norteamericanas de Intalco y Warrick, la noruega de Lista, la australiana de Portland y las brasileñas de Poços de Caldas y São Luís (esta última dedicada a la producción de alúmina).
A vueltas con San Cibrao
Estos ajustes se suman al recorte de alrededor del 50% de producción en su planta de alúmina de San Cibrao y al parón total en su factoría vecina dedicada al aluminio. Para la primera, tanto Alcoa como su socia Alumina Limited (propietaria del 40%) han descartado la posibilidad de nuevos ajustes. En el caso de la segunda, su reinicio está previsto para enero de 2024, aunque ahora con una hoja de ruta que ha sufrido algunos cambios.
Y es que el 73,4% de la plantilla de Alcoa en San Cibrao votó el pasado mes de enero a favor de retrasar a octubre de 2025 la reactivación total del encendido de las cubas a cambio de más protección para los trabajadores. En paralelo, la multinacional también prometió una inversión adicional de 88 millones de dólares en la planta, que se suma a los 103 millones inicialmente prometidos, para hacer frente a sobrecostes como consecuencia de la inflación.
«Con este último acuerdo, tenemos flexibilidad adicional y una dirección clara para el futuro a medida que continuamos trabajando constructivamente con nuestra fuerza laboral y otras partes interesadas para comenzar el proceso de reinicio en 2024», asegura Alcoa. La compañía cubrirá prácticamente dos tercios de sus necesidades energéticas con los PPA por los parques eólicos que Greenalia y Endesa tramitan actualmente en Galicia y que han recibido declaración de impacto ambiental favorable tanto por parte del Gobierno central como de la Xunta.