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Abanca absorbe la histórica corporación industrial, que controla sus inversiones en Monbus, Elcano y Copo
La corporación industrial de las antiguas cajas gallegas dice adiós. Abanca ha decidido fusionar el holding que controla sus participaciones en empresas como Monbus, Elcano, Copo o la Autovía do Salnés con la matriz de la entidad financiera, Abanca Corporación Bancaria. La desaparición del grupo industrial cierra un proceso que se inició durante la crisis financiera que acabó con la nacionalización de Novagalicia y la posterior venta al Banesco de Juan Carlos Escotet por 1.003 millones en diciembre de 2013. Antes, la entidad financiera había puesto en marcha un proceso de reestructuración y adelgazamiento del brazo industrial para tratar de obtener ingresos por desinversiones y tapar los agujeros que la llevarían finalmente a la quiebra.
En ese proceso se produjo la venta de sus participaciones en REN (1,94%), el gestor de la red eléctrica portuguesa que ahora tiene como accionista a Amancio Ortega; de Luso Galaica de Traviesas (25%), de Elecnor (5%) o de Sacyr (5%). El propio Escotet continuaría haciendo caja con el traspaso de las participaciones de la entidad financiera en CLH (5%) o de Itínere (23,8%), el dueño de la concesionaria de la AP-9, Audasa. Esas operaciones sirvieron para engordar significativamente los balances de Abanca, que ingresó 200 millones por el grupo de hidrocarburos y unos 180 millones por la concesionaria de autopistas.
Mejorar la gobernanza y reducir costes
En el proyecto de fusión, Abanca explica que la absorción de la corporación industrial «mejorará la gobernanza», permitiendo «aprovechar las
sinergias económicas, organizativas y operativas existentes de las que no puede beneficiarse debido a la subsistencia de dos estructuras separadas». La entidad hace referencia también a «una gestión societaria más eficiente, que agilice la toma de decisiones, reduzca la carga administrativa y elimine duplicidades». La fusión, además, facilitará la reducción de costes administrativos y de gestión, optimizando «el coste de recursos humanos y tecnológicos». Desde la entidad aclaran que la reorganización no conllevará salida de personal ni supondrá cambio alguno en la relación con las participadas.
A pesar del proceso de adelgazamiento, la corporación industrial de Abanca mantiene actualmente activos por valor de 1.278,5 millones, según las cuentas de la entidad financiera a cierre de 2022. En ese ejercicio aportó un resultado positivo de 43 millones. En la cartera de participaciones se encuentran el 30% de la concesionaria de la Autovía do Salnés, el 20,25% de la naviera Elcano, el 35,6% de Copo o el 33% de Monbus. Además, controla participaciones de inmobiliarias, financieras y aseguradoras de la propia Abanca, como Imantia o Torre de Hércules.
En todo caso, es una parte reducida del portafolio de unas 180 sociedades participadas que recibió Escotet. Entre ellas estaban Tecnocom, que vendió a Indra; la cablera gallega R, que acabó en manos de MásMóvil tras una primera venta a Euskaltel; o Cupa, traspasada primero al fondo Carlyle y ahora controlada por Brookfield.