La visita de IFM pilla a Naturgy sin apoyo político a ‘Géminis’ y la negociación con Sonatrach abierta
La principal gasista española lleva dos años de senda alcista en Bolsa con la consecuente alegría de sus accionistas, aunque hay frentes que no los consigue cerrar y debe explicarlo
Naturgy es un ejemplo práctico de transición energética. Junto al negocio del gas, desde hace años se ha despanzurrado en el negocio renovable -con bastante éxito-, así como en el segmento de los biogases. Sin embargo, tiene algunos frentes abiertos que deberá dejar claros estos días en los que IFM, accionista de referencia en la compañía, celebra un evento inversor en Madrid.
El ‘IFM Investors’ que desarrolla el fondo australiano estos días en Madrid servirá al presidente de Naturgy, Francisco Reynés, para explicarle a uno de los principales accionistas de la compañía lo que sucede con dos cuestiones esenciales para la gasista.
La primera de ellas, la segregación de la compañía en dos -el denominado ‘Proyecto Géminis’-, sigue en la nevera. Es cierto que ha trascendido estos días que IFM reafirma su apuesta pese a todo. Pero las explicaciones son necesarias, sobre todo, porque Naturgy no ha conseguido que el Gobierno ofrezca su apoyo incondicional a la operación.
De hecho, hace meses la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, explicaba en una entrevista con el diario Cinco Días que le preocupaba que pudiera «haber operaciones corporativas que pongan en riesgo los objetivos estratégicos que se había planteado la propia compañía y que aparecen reflejados en esas condiciones que el Gobierno impuso al fondo IFM. Son la reinversión y la contención en la distribución de beneficios».
Es decir, cuando el fondo de inversión lanzó la opa sobre Naturgy se activó parte del ‘escudo antiopas’, y se pusieron unas condiciones. Y, de esta parte, el Gobierno entiende que debe vigilar para que todo se cumpla.
Pero existen otras derivadas que se mezclan sobre la segregación de activos y la entrada de potenciales nuevos accionistas. Naturgy cobra unos ingresos regulados por su negocio de distribución, y éstos, aunque dependen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al menos el cálculo, el Gobierno quiere que haya control y orden sobre quiénes serán los inversores de las compañías resultantes.
Bajo este escenario, el condicionante que deberá explicar Naturgy es la posición tan dura que tiene el Gobierno y que, además, ha mostrado ahora también en la reciente operación con Telefónica.
Naturgy y Argelia
Por lo que respecta a Argelia, la situación es similar. Naturgy debe explicar cómo avanza el acuerdo con Sonatrach. Hace doce meses que se acordó la cantidad por un año de contrato, y resta 2023.
En concreto, la gasista está pendiente de cerrar el precio por el suministro de gas que trae desde Argelia para los próximos dos ejercicios (2023-2024). Una situación que, en estos momentos, viene marcada por los precios internacionales del gas, que han repuntado en las últimas semanas, pese a la calma que habían tenidos en los meses precedentes. Y, lo que es más importante, cómo se comportará su cotización tras el conflicto armado en Israel.
Sobre el suministro no existe ningún problema. De hecho, el contrato que tiene firmado Naturgy con Sonatrach supone compromisos firmes de volumen, tanto de suministro para la compañía argelina, como de retirada obligada de gas para la gasista española vía cláusulas ‘take or pay’ (que obligan a pagar aunque se renuncie al gas).
De esta forma, lo que se debe cerrar es el pago por el trienio 2022-2024. Así, en octubre de 2022, y de forma retrospectiva, ambas compañías cerraron un acuerdo para el primero de los ejercicios. Y ahí se quedó la cosa.
En esos momentos existía una gran volatilidad en los precios del gas, y ese fue uno de los argumentos para que no se fuese más allá con el contrato. Ambas partes aceptaron la situación, y quedaron cerrar el acuerdo por lo que restaba de trienio en los siguientes ejercicios. Sin embargo, pasados los meses, la situación debe resolverse, aunque el escenario se ha vuelto a poner del revés.
No obstante, se puede volver a firmar el acuerdo de manera retroactiva, pero sería el momento perfecto para que Naturgy explique a los mercado, y a IFM, cómo está la situación.