Serrano dilapida el patrimonio de Correos: vende ocho edificios y sigue con pérdidas históricas

La compañía de servicios postales lleva años desprendiéndose de activos para generar caja

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Ante las reiteradas pérdidas económicas, Correos necesita liquidez y su forma de generar caja es clara: desprenderse de patrimonio. La venta de activos ha sido una de las opciones que ha encontrado Juan Manuel Serrano, presidente de Correos y antiguo jefe de gabinete de Pedro Sánchez, para intentar mitigar los números rojos, aunque, por ahora, de poco ha servido. La compañía pública ha vendido seis edificios por un total de 33,6 millones de euros y ha cedido dos más desde 2019, pero sigue registrando perdidas.

El primer edificio del que se desprendió fue su inmueble de Elche, Alicante, el mayo de 2019. El edificio ilicitano fue adquirido por la Generalitat Valenciana por 700.000 euros en 2019, con el fin de alzar un Centro de Diseño y Moda del Calzado.

Un año más tarde fue el turno del edificio de Correos en Almería. El Ayuntamiento de la ciudad andaluza compró el centro en verano de 2020 por un importe de 1,2 millones de euros. Dos años más tarde se anunció que el inmueble actual se derribaría y se alzaría un nuevo centro que albergará el Polo de Innovación, un centro de referencia hortofrutícola.

La siguiente operación fue la venta, también a la Genialitat Valenciana, del edificio de Castellón para crear un centro de I+D+i por 2 millones de euros en enero de 2021. Meses más tarde, fue el turno de su inmueble en Avilés: en el caso del municipio asturiano, el edificio también fue a parar a manos de la administración local por 900.000 euros, con el plan de ubicar un conservatorio.

24 millones por la sede de Valencia

En enero de 2022 llegó la operación inmobiliaria que ha aportado más dinero a la caja de Correos en los últimos años: la compraventa del Palacio de Comunicaciones de Valencia, la histórica sede de Correos en la plaza del Ayuntamiento valenciano. El ejecutivo de Ximo Puig se hizo con el centro por casi 24 millones de euros, una operación que se oficializó un año más tarde, cuando se anunció que albergaría un centro cultural.

Finalmente, la Generalitat Valenciana también adquirió el último edificio de Correos en las capitales provinciales de la comunidad, tras comprar el de Alicante por casi 5 millones de euros. La nueva sede central de la compañía postal será una oficina impersonal, tras desprenderse del histórico edificio inaugurado hace más de un siglo. El centro se convertirá en la sede de Presidencia del gobierno valenciano y del Instituto Valenciano de Finanzas.

Más allá de estas ventas, la compañía pública también ha cedido activos de gran envergadura, que tenían metros cuadrados que no estaban aprovechando. En 2020 culminó la negociación para la cesión del histórico edificio de la Via Laietana de Barcelona al consistorio de la ciudad condal para ubicar un complejo de actividad económica. Todavía mantiene una oficina de Correos, pero sus dimensiones dejaban la mitad del espacio sin utilizar antes de la transacción. Por otro lado, en 2022 se anunció un convenio entre la Sociedad Estatal de Correo y Telégrafos y el Ayuntamiento de Santa Cruz de la Palma para modificar el uso urbanístico de su inmueble en la isla para dedicarlo al uso turístico intensivo.

CCOO y UGT, los sindicatos mayoritarios, se han mostrado en contra de la venta de patrimonio en diferentes ocasiones. Durante la compraventa del edificio alicantino, acusaron a Serrano de «pretende justificar la venta y posterior alquiler de parte de los edificios históricos del patrimonio de Correos por motivos puramente operativos, pero no puede ocultar la realidad: forma parte del desmantelamiento general de la empresa, al que se opone el 76% de la plantilla», en referencia al último plan estratégico aprobado sin su sello.

El antiguo edificio de Correos y Telégrafos de Valencia, comprado por la Generalitat en 2021. EFE/Manuel Bruque

Pese a estas operaciones, los resultados de la compañía propiedad de la SEPI no mejoran. Correos aún no ha publicado las cuentas de 2022 y todavía puede tardar, dado que cesó recientemente a su directora financiera, pero diversas fuentes conocedoras aseguran que la empresa pública podría duplicar los 105 millones de euros negativos registrados en 2021.

Las transacciones de activos, sin embargo, no se quedan aquí. El mes pasado, la empresa de mensajería lanzó una licitación para contratar un servicio de asistencia técnica para realizar un informe de valoración de sus activos inmobiliarios. El contrato, por un valor de 40.000 euros, va destinada a vender o alquilar edificios a terceros que “ya no son útiles para su actividad”.

En total, este informe calculará el valor de 55 locales comerciales y oficinas, 17 naves industriales, 35 edificios construidos, tres viviendas unifamiliares y fincas rústicas y 80 propiedades horizontales diferentes. En este sentido, en los últimos años Correos ha iniciado una diversificación de su negocio, más allá de la mensajería tradicional, como puede ser Correos Market, una tienda online para productores locales y para artesanos.

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