Santander, BBVA y Caixabank pugnan contra los fondos por los 90.000 M€ de inversión en renovables

España vivirá un 'boom' renovable los próximos años; incluso, mucho mayor del que sucede ahora mismo, y eso requiere unas necesidades de inversión muy grandes

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Banco Santander, BBVA y Caixabank se preparan desde hace tiempo para uno de los negocios más suculentos que habrá en España en los próximos años: el despliegue de energías renovables. Aunque esa llamada de dinero, precisamente, atraerá a otros muchos actores. Será un escenario muy competitivo donde, además, los problemas administrativos tendrán su impacto.

Si todo sigue su curso, entre el verano de 2024 y el de 2025 habrá una importante cantidad de proyectos fotovoltaicos en estado de ‘ready to build’. Es decir, el momento justo en que un proyecto puede materializarse. Y aunque el director general de la patronal solar (Unef), José Donoso, ya habla de la necesidad de una prórroga -así lo ha hecho en un encuentro con la prensa-, los plazos ahora mismo son esos.

A finales de 2023 es la fecha límite para conseguir los premisos de construcción (AAC), y luego llega la tarea de conseguir financiación. Es en ese punto donde las tres grandes entidades financieras españolas querrán jugar un papel esencial.

Encima de la mesa, según los cálculos de Unef, necesidad de inversión de 20.000 M€ en fotovoltaica en suelo; otros 12.000 M€ en autoconsumo; y un total de 18.000 M€ en nuevas tecnologías como el almacenamiento y el hidrógeno. En total, euro arriba, euro abajo, unos 50.000 M€ de necesidad de inversión en un periodo de tiempo muy breve. Y solo con los cálculos de la energía solar.

Por lo que respecta al despliegue eólico, que también está en plena fase expansiva, sus necesidades de inversión se sitúan sobre los 40.000 M€. Y todo ello con la tecnología ‘offshore’ marina que es un melón que todavía no se ha abierto del todo.

Banco Santander, BBVA y Caixabank conocen esta situación, pero también saben que no estarán solos. Los fondos internacionales, así como los bancos de inversión también saben de la oportunidad. Aunque hay ciertos riesgos que, precisamente, están llevando a las entidades a prepararse.

En concreto, el director general de Unef ha hecho saltar las alarmas sobre cómo se verá impactado el sector financiero, también, por los tradicionales problemas burocráticos que sufre el sector renovable.

Es decir, al comprimir los tiempos con diferentes prórrogas, y estando en el aire la nueva petición, hay proyectos que son capaces de conseguir financiación antes de tener todos los permisos. Pero, por norma general, los bancos prefieren financiar cuando todo está ‘ok’.

Eso conllevará a que haya un atasco muy importante entre 2024 y 2025 en la ventanillas de las entidades financieras. Será mucho dinero, muchos documentos, otros que tengan permisos a medias, prorrogados… Ante eso, José Donoso se plantea si no se generará un problema derivado en los bancos a la hora de poder gestionar esos proyectos.

Banco Santander, BBVA y Caixabank: preparados

Bajo este contexto, cada compañía modula su propuesta de valor y se prepara para competir. Sobre todo, si la congestión, como pronostica el director general de Unef se convierte en un problema.

La entidad presidida por Ana Botín, por ejemplo, a las puertas del verano de 2022 quiso dotar de mayor peso su negocio de finanzas sostenibles dentro del organigrama de la entidad. Para ello ha creado el puesto de responsable de Green Finance, que unificará bajo un mismo paraguas el negocio relacionado con la banca de inversión y la financiación sostenible que ofrece la banca comercial.

‘Wealth Management’ y ‘Digital Consumer Bank’ seguirán desarrollando su estrategia verde como hasta ahora. Al frente del cargo está Lucas Arangüena, hasta entonces responsable Santander Corporate & Investment Banking ESG.

Por su parte, la compañía presidida por Carlos Torres, prepara este ‘boom’ en materia de inversión renovable desde el equipo de ‘Project Finance’. Ese mismo equipo está creciendo y formando perfiles especializados en ‘nuevas tecnologías limpias’ como baterías o hidrógeno, una de las áreas que también tendrá un importante crecimiento.

Ahora solo falta que esa preocupación por el atasco administrativo sea bien gestionado por parte de las entidades financieras que, no obstante, parecen bastante concienciadas con la situación y tienen los equipos muy prestos.

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