Repsol entierra la batalla legal con Sinopec mediante un acuerdo de 1.000M

La petrolera pone fin a uno de sus conflictos legales que más le ha obligado a provisionar en cuentas durante los últimos años

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Repsol respira. Se ha hecho esperar, pero la petrolera española por fin cierra uno de los frentes legales que tenía abiertos desde hace más de un lustro. Lo ha conseguido gracias a un acuerdo con Sinopec por el que pone fin a la batalla legal que mantenía abierta con la china.

En concreto, se hará con la participación del 49% de ésta en la sociedad conjunta -Repsol Sinopec Resources UK (RSRUK)- que tienen en Reino Unido por un importe de unos 1.903 millones de euros. No obstante, y una vez consolidada la tesorería disponible en RSRUK por la participación del 49%, el impacto neto de flujo de caja para Repsol será de 1.100 M$. (unos 997 M€)

Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), una vez completada la adquisición, Repsol se convertirá en el propietario del 100% de RSRUK.

No obstante, Repsol señaló que la transacción no tendrá un impacto significativo en sus resultados, ya que dotó una provisión en sus cuentas para el arbitraje -cercana a los 800 millones de euros-.

Así, ambas compañías suspenderán inmediatamente y, al cierre de la operación, resolverán el largo procedimiento arbitral en relación con la adquisición por Sinopec de su participación en RSRUK al grupo canadiense Talisman, que fue adquirido posteriormente por Repsol.

Repsol tenía encauzada la situación

Tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL a finales de febrero, Repsol estaba en camino de encauzar la situación. Algo que se refleja en las provisiones que tenía la compañía sobre esta batalla legal.

El asunto se remontaba a 2015, cuando Sinopec presentó una demanda relativa a la compra del 49% de las acciones de Sinopec Resources UK Limited en el año 2012 por parte de Addax y la china, y los compromisos de inversión que adquirieron junto a entonces Talisman, empresa que posteriormente fue comprada por Repsol.

Desde entonces, ambas compañías mantenían la disputa abierta, con demandas y contrademandas, con la petición por parte de Sinopec de una indemnización de 5.500 millones de dólares (unos 5.100 millones de euros) por los daños de la inversión comprometida en la sociedad conjunta en Reino Unido que tenía entonces con la canadiense Talisman.

De esta manera, Repsol zanja este enfrentamiento con Sinopec, un socio tradicional para la energética española, con la que mantiene una fuerte alianza en Brasil, y cierra también uno de los grandes frentes judiciales que mantenía abiertos.

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