QEV, el sustituto de Nissan en la Zona Franca, perdió 5 millones de euros antes de salir a bolsa

La ingeniería catalana debuta en bolsa con un valor de 221 millones y espera facturar 60 millones este año, tras ingresar 13 en 2022

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QEV Technologies, la empresa que lidera el D-hub y está reindustrializando la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca, perdió 5,6 millones de euros en 2022, un año antes de su salida en bolsa. La ingeniería catalana ha debutado este martes en el mercado con un valor de 221 millones de euros, pero viene de un crudo 2022, cuando se incrementaron la mayoría de sus gastos.

Según las cuentas consolidadas reportadas por Spear previas a la fusión que le ha abierto las puertas del Euronext, QEV facturó el año pasado 13 millones de euros, un millón menos de los 14,4 millones anotados en 2021. En la documentación aportada a sus nuevos accionistas, la compañía dirigida por Joan Orús atribuye esta bajada de la cifra de negocio al hecho que la división de movilidad de la compañía creada en 2020 todavía está en fase de crecimiento.

Concretamente, si este segmento generó más de 3 millones de euros en 2021, procedentes de las ventas de 65 autobuses, el año pasado apenas aportó 1,2 millones de euros al negocio de la automovilística. En este caso, los ingresos los generó la entrega de 10 furgonetas eléctricas a Bimbo, con quien ha cerrado un contrato para vender un millar de vehículos.

El resto de las divisiones crecieron modestamente, destacando la línea Motoresport, dedicada a la prestación de servicios en campeonatos automovilísticos y la fabricación de vehículos de competición. Aportó 8,7 millones de euros, un 8,6% más que en 2021.

Por el contrario, el pasado ejercicio de QEV estuvo marcado por un incremento de los principales gastos recurrentes. Los costes operativos crecieron en un 4%, alcanzando los 5,8 millones de euros, mientras que los gastos de personal llegaron a los 2,2 millones de euros, un 74% más.

A todo esto, hay que sumarle un gasto extraordinario de 1,9 millones de euros destinados a la contratación de servicios y asesores legales para la licitación de los terrenos de la fábrica de la Zona Franca. Por último, las amortizaciones aumentaron en un 50%, algo que también lastró su resultado final, disparando las pérdidas registradas en 2021, da apenas 160.000 euros.

En la documentación remitida en agosto al accionista de Spear para que deliberaran si aprobar en la junta el proceso de fusión, se incluyen, también, las cuentas no auditadas de QEV del primer trimestre de este 2023. En los primeros tres meses del año, la empresa con sede en Montmeló ya consiguió reducir sus pérdidas en un 55%: si en los primeros tres meses de 2022 la compañía perdió 4,2 millones de euros, entre enero y marzo de 2023 los números rojos fueron de 1,9 millones.

Buenas previsiones para 2023

La mejora llegó después de conseguir duplicar los ingresos, pasando de 3 millones de euros a los 6,7 millones anotados este año. De cara a final del ejercicio, la compañía prevé facturar 60 millones de euros, procedentes, básicamente, de la venta de furgonetas a Bimbo.

“Bimbo es el principal cliente de la compañía y el contrato se ha firmado por un periodo de 5 años, con un primer pedido de alrededor de 1.000 vehículos ya recibidos, a través de 20 órdenes de compra oficiales en tramos de 50 vehículos cada uno, con el primer lote de 200 vehículos ya entregados”, expone la compañía en el informe. QEV asegura que tiene sobre la mesa cartas de intenciones para vender unos 9.500 vehículos.

Con este mercado y una vez alcance un ritmo de producción anual de 16.000 vehículos en la Zona Franca, la empresa espera facturar 1.000 millones de euros a cinco años vista. Su objetivo es controlar el 0,8% del mercado de las furgonetas electricas en Europa, así como el 1% en Latinoamérica y el Sudeste Asiático.

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