Orange y MásMóvil llevan a Bruselas su gran baza: el millón y medio de clientes que ganan los rivales
La fusión entre naranjas y amarillos, además de complicada, también entra en ciertos terrenos contradictorios: cuanto mejor les vaya a la competencia, más sencillo lo tendrán para el 'ok' sin demasiadas exigencias
Orange España y MásMóvil saben que han entrado en una fase decisiva de su fusión. Así, en las últimas semanas han recibido noticias de la Comisión Europea con la declaración de objeciones. Buenas noticias porque asumen que no hay problemas en el segmento mayorista; pero, por contra, el negocio minorista se verá trastocado -entienden- a nivel de competencia. Sin embargo, ambos operadores están usando las cifras del sector para tirar esto por tierra.
En concreto, ambas compañías están centrando parte de su estrategia negociadora con Bruselas en demostrar la alta competencia que existe en España. No solo en estos momentos, sino que siempre la ha habido y, lo más importante, que en el futuro la habrá.
Y es que, en estos momentos, el ‘ok’ a la fusión -sin demasiadas exigencias regulatorias- se juega en los matices competitivos que tiene el mercado español. Ambas compañías dan por hecho que se dará el visto bueno; y desde el sector se tiene la misma sensación. Ahora bien, la clave estará en los denominados ‘remides’, que son las acciones que se deberán tomar (venta de activos, ofertas mayoristas ventajosas…) para que se pueda validar la unión.
Ante este escenario, los números con los que juegan Orange y MásMóvil ponen a favor su argumentario. Según cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de abril de 2022 al mismo mes de 2023, entre estos dos operadores y Telefónica incrementaron su cartera de clientes fijos y móviles en poco más de 800.000 usuarios -y la inmensa mayoría proviene de la compañía amarilla-.
Esa cifra saldría de las portabilidades llevadas a cabo, es decir, los abonados que ‘roban’ a otras compañías, así como las líneas de nueva creación. Pero el dato más llamativo es que en ese mismo periodo de tiempos las compañías alternativas (operadores virtuales o regionales), sin incluir a Vodafone España, ganaron más de 500.000 usuarios en banda ancha fija, y cerca de 900.000 en el segmento móvil. Casi un millón y medio de movimientos.
El efecto Digi y Vodafone
En los datos sobre el mercado español de las telecomunicaciones es cierto que gran parte del peso recae sobre el buen rendimiento que está teniendo el operador de origen rumano Digi. Ya solo eso, según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, debería ser un factor determinando.
Es cierto que se trata de un arma de doble filo si finalmente Digi accede a los ‘remedies’, aunque no es el principal interesado. Pero su gran fuerza otorga argumentos a Orange y MásMóvil ante Bruselas para asumir que no es necesarios unos altos requisitos para validar la fusión.
Y algo similar sucede con Vodafone. Desde el propio operador rojo llevan semanas deslizando que han llegado al suelo en el decrecimiento que tienen desde hace bastante trimestres. En este sentido, asumen que ahora llega un periodo de crecimiento en el próximo año. Una situación, de nuevo, que refuerza la motivación que Orange y MásMóvil ha presentado en Bruselas sobre la buena salud del mercado español.
Un sector deflacionista que afecta a Orange y MásMóvil
Junto a estos datos que están usando Orange y MásMóvil en Bruselas, existen otras certezas en el mercado español. Una de ellas tiene que ver, precisamente, con los precios y la competencia.
Y es que, Telefónica, Orange y Vodafone siempre han mantenido el mismo discurso: que sus precios, aparejados a los servicios que ofrecen, tienen unos de los costes más ajustados de la Unión Europea. El problema, principalmente de imagen, es que suele haber subidas de precios para algunas tarifas que despeñan ese mensaje. Pero las cifras son distintas -y tozudas-.
En concreto, según datos del último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el año 2014 el coste medio de los consumidores en los paquetes cuádruples, con telefonía fija, internet y móvil, se situaba en 46,1€. Si ponemos la lupa en las últimas cifras, que corresponden al segundo semestre de 2022, ese gasto se queda en 45€.
Es decir, en casi los últimos 10 años los precios no han variado. Es cierto que en 2017 este tipo de paquetes llegaron a subir hasta los 54€ por consumidor, pero desde entonces ha habido un descenso continuado. Algo que se ha visto más pronunciado desde la salida de la pandemia provocada por el covid, donde la ‘guerra de tarifas’ ha impulsado a la baja.
Esta situación se refleja de manera similar en los paquetes quíntuples, que son los que además de todos los servicios de telefonía incluyen la televisión. Aquí sí es cierto que, según los datos de la CNMC, el precio medio ha subido en la última década. En concreto, ha pasado de 70€ en 2014 a los 79,6€ actuales, y con un máximo de 81€ que se alcanzó justo antes de la llegada del covid. Pero con la multiplicación de servicios.
Ante todos estos condicionantes, Orange y MásMóvil están convencidos de que, finalmente, Bruselas entenderá que no es necesario ser demasiado exigentes a la hora de dar ‘luz verde’. Sobre todo, porque el mercado español ha sido, es y será competitivo.