La Cambra de Barcelona pidió patrocinios a las grandes empresas tras echarlas del pleno
Mònica Roca, presidenta de la institución controlada por los independentistas, se reunió con varias compañías para que siguieran pagando tras eliminar sus sillas de plata
El desprecio de la Cambra de Comerç de Barcelona a la gran empresa desde la llegada de Eines de País, el grupo de empresarios independentistas impulsados por la ANC, ha sido notorio. Joan Canadell, primer presidente de la Cambra de Eines en 2019, ni les saludaba. Cuando éste se fue al Parlament con Junts y Mònica Roca cogió el testigo, el ambiente mejoró, pero la línea de la institución no cambió mucho y terminó asestando el golpe a la gran empresa que querían desde el inicio: reducirlas a la mínima expresión. Pero el dinero ya es otra cosa, y ese sí que lo querían y lo intentaron retener por la vía de los patrocinios.
La Cambra celebrará elecciones en septiembre, pero la gran empresa ya no ocupará 14 sillas sino solo dos. Estas son de pago, no son elegidas en sufragio, son las llamadas sillas de plata, a razón de 75.000 euros cada una, cifra que ahora se duplicará. Por ello, y por la pérdida de influencia, ninguna de las compañías que estaban, algunas desde hace décadas, ha querido seguir, como adelantó La Vanguardia la pasada semana, y si no hay un cambio de última hora, quedarán desiertas.
Las empresas que ocupan dichas sillas, después de que Naturgy, Abertis y Catalonia Hoteles abandonaran en febrero de 2021 por la deriva política de la Cambra, son: Aigües de Barcelona (filial de Agbar), Banc Sabadell, Banco Mediolanum, Caixabank, Criteria Caixa, Damm, Deloitte, Gremi d’Hotels de Barcelona, Indra, PwC y el RACC.
Economía Digital ha hablado con media docena de estas empresas para corroborar que no estarán, los motivos por los que no estarán y algunas han explicado incluso que Mònica Roca intentó hace unos meses retener su dinero pero sin contar con su voto. Al fin y al cabo, los ingresos que reciben de las sillas de plata, si bien no le desmontan los presupuestos –suponen el 2% de los ingresos–, sí son importantes para la Cambra.
Sucedió hace algo menos de un año. A finales de junio de 2022, en un pleno muy polémico, la Cambra tomó tres decisiones que sulfuraron a la gran empresa: cambió el escudo para eliminar la corona borbónica, reconoció el Consell de la República de Carles Puigdemont y redujo de 14 a 2 las sillas de plata. Ante las quejas de los representantes de algunas compañías, Roca, que había querido mostrarse más cercana que su predecesor, buscó un acercamiento que terminó por no prosperar.
La presidenta de la Cambra, junto con su directora gerente, Eva Borràs, se reunieron con varias de las empresas que pagaban esos 75.000 euros para decirles que aunque fueran a perder la silla, podían seguir colaborando con la Cambra y les habló de la opción de patrocinar eventos de la institución. Cuando algunos de los directivos pidieron concreción respecto a qué tipo de actos, no la obtuvieron, ni en la reunión ni a posteriori.
Algunas de las empresas que recibieron esta oferta explican a Economía Digital que no daban crédito y que la posibilidad no avanzó porque, para ellos, no tenía sentido: “Nosotros queremos colaborar, pero participando y aportando en la toma de decisiones, no solo pagando”. Otra valora: “No nos aporta nada poner el logo en un acto de la Cambra, queremos estar en el pleno”. Alguno esperaba una oferta concreta unas semanas más tarde pero no le llegó.
Las empresas explican el rechazo a las sillas de plata
Las empresas también cuentan porque no les interesa ahora seguir en el pleno. No es por la subida de la cuota a 150.000 euros, que también, pero más por la humillación que sienten se les quiere infringir que por el hecho de pagar. “Quieren que paguemos el doble pero que nuestro voto casi no cuente. Así no, ¿para qué?”, explican desde una de las empresas. Este motivo, el de que con solo dos sillas su voto no se va a notar y su voz no se va a escuchar, es compartido por muchos para no optar a los puestos de pago.
Otras empresas están a la expectativa de ver qué pasa en las elecciones de septiembre y si, en función de quien gane, si el independentismo sale derrotado, se vuelven a ampliar. “Mientras se use la Cambra para fines políticos, no estaremos. Si cambia, entonces ya veremos”, comentan. También es mayoritario el sentimiento de querer recuperar la cámara que miraba solo por las empresas, y alguno ha recordado lo que tardó en condenar los disturbios en Barcelona en los que algunos exaltados atacaron decenas de comercios: “Que somos la Cambra de Comerç, ¡de comercio!”, enfatizaban.
Josep Santacreu se mueve
Por lo que respecta a las elecciones de septiembre, ni que decir tiene que todos esperan que gane las elecciones Josep Santacreu, exconsejero delegado de DKV. Este empresario de Guissona está vinculado a la patronal nacionalista Femcat, por lo que es bien visto tanto por sectores más catalanistas y por el propio Govern y el partido que lo ostenta, ERC, como por empresas con menos acento catalán, pero que entienden que es un candidato de orden y del establishment.
Santacreu aún no ha presentado oficialmente su candidatura pero su equipo de campaña sí se está moviendo y ha iniciado contactos con empresas para buscar no solo votos, también complicidades y ayuda para que sus candidatos sean votados en todos los epígrafes. El pleno de las cámaras lo forman los más votados en cada uno de los 52 epígrafes, además de las dos sillas de plata y 6 representantes de las patronales, que Foment y Pimec ya han acordado partirse. Luego es el pleno el que elige al presidente. Por ello, para ganar hay que lograr cientos de adeptos en todos los epígrafes.
La ventaja de Santacreu es que, a priori, tiene asegurados los 6 votos de las patronales y, si finalmente alguna empresa quisiera la silla de plata, también esos votos. Y el ex-CEO de DKV también tendría el apoyo de Pimec, que no presentará candidatura pero que sus socios, tanto los que se presenten como los que voten, podrían optar por Santacreu. No se prevé que haya más candidatos, por lo que el voto no independentista no se partiría, lo que los empresarios consideran clave para recuperar la Cambra.
Por lo que respecta a Eines de País, que hace unos días presentó su candidatura, aún no tiene claro quien será su candidato. Nadie se postula oficialmente porque quieren consensuarlo. Mònica Roca quiere repetir aunque no lo ha dicho públicamente, pero el vicepresidente de la Cambra, Toni Fitó, anhela su silla y está ganando protagonismo en la institución y concediendo entrevistas. En el mismo acto de presentación, habló más que la presidenta y lo hizo siempre en clave de futuro, mientras que a Roca le tocó defender lo hecho.