La inflación diluye el verano récord de los hoteles españoles
Las pernoctaciones hoteleras en julio y agosto bajaron un 0,4% respecto al registro previo a la pandemia
La temporada alta del sector hotelero español se preveía como un éxito rotundo. Los viajes postergados por la pandemia y la resiliencia de la demanda pronosticaban un verano con altos índices de actividad y registros récord que suponían dar borrón y cuenta nueva a años de crisis del sector turístico causados por el covid.
Y así ha sido, aunque un viento de cara ha diluido el gran verano de la hotelería española: la inflación. Pese a que el número de viajeros hospedados en los hoteles españoles ha dejado atrás las cifras precovid, la subida de precios provocó una contracción del número de noches que los turistas permanecen en España, que se ha quedado a las puertas de alcanzar las cifras de 2019.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en julio y en agosto de este 2023 los hoteles españoles acogieron a más de 25 millones de turistas, un 3,48% más que en la temporada de verano de 2019, cuando ya se alcanzaron cifras estratosféricas. Sin embargo, las pernoctaciones se quedaron en las 89,8 millones de noches en estos dos meses, rozando las 90,2 millones anotadas en el mismo periodo de 2019, uno de los mejores años de la historia del sector.
Este fenómeno se repite tanto para los turistas nacionales como los estajeros. Mientras que 12,4 millones de residentes, un 3% más, fueron de vacaciones y se hospedaron en hoteles entre julio y agosto, las pernoctaciones se estancaron y bajaron en un 0,38%. Por otro lado, llegaron a España más de 13,4 millones de turistas internacionales, pero también se quedaron en el país un 0,46% menos de noches.
La diferencia en la evolución del número de turistas y de pernoctaciones se explica por la reducción de la estancia media de los viajeros. Si en verano de 2019 se hospedaron en España durante 3,65 noches, esta temporada se quedaron solo 3,48.
Baja la ocupación
Además, también se contrajo la ocupación hotelera. Hace cuatro años, se aprovecharon el 73,9% de las habitaciones de los hoteles nacionales, mientras que esta pasada temporada se ocuparon en un 72,5%. El descenso más importante llegó en agosto, cuando la ocupación bajó en casi dos puntos porcentuales.
Antes del verano, los expertos del sector ya apuntaban a una posible contención del gasto. En plena espiral inflacionista y con las tarifas hoteleras por las nubes, los turistas se decantaron por reducir el número de días de vacaciones, así como por viajar a destinos generalmente más económicos.
En este sentido, las tarifas hoteleras han crecido este verano en cerca de un 6,2% respecto a la temporada pasada. Sin embargo, comparándolo con el dato previo a la pandemia, la subida de precios alcanza un 16,6%.
Aunque este incremento de las tarifas ha frenado la actividad, la inflación va a ser, por otro lado, el factor que llevará los ingresos de las hoteleras a lo más alto. Solo en el mes de agosto, la facturación media diaria por cada habitación ocupada (ADR) alcanzó los 136,5 euros, un 24,7% más que en 2019.
En este sentido, si en julio y agosto había en el mercado alrededor de 890.351 habitaciones con una ocupación del 72,5%, implica que los hoteles españoles facturaron en total 85,6 millones de euros. Si se hace el mismo calculo con los datos de 2019, los ingresos se quedan en un 69,2 millón, por lo que la subida de precios y el incremento de la oferta en casi 20.000 habitaciones más, consiguió catapultar en un 23,7% la facturación del sector en julio y agosto.