Iberdrola fuerza su inversión en redes para encarar los nuevos periodos regulatorios

España, Reino Unido, EEUU y Brasil afrontan nuevos ciclos regulatorios a partir de 2025, algo que la energética española afronta con un despliegue inversor sin precedente para aumentar la rentabilidad

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. EFE/ Ismael Herrero

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Iberdrola se ha convertido en un gigante de las renovables a nivel mundial. Aunque, curiosamente, su mayor esfuerzo inversor no lo realizada en este segmento de negocio. Son las redes, al menos en estos momentos, la que requieren de mayor capex. Una situación obligada por las revisiones de los marcos retributivos donde tiene estos despliegues. 

Según los últimos resultados financieros presentados por la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, que corresponden al primer semestre de 2023, Iberdrola realizó unas inversiones brutas de 4.555 M€. De esta cantidad, el 48% se fue a parar al negocio de redes, mientras que el 43% se gastó en tecnologías renovables, y tan solo el 7% en el área de generación y clientes. 

Esta situación tiene un gran sentido estratégico, sobre todo, porque en menos de dos años algunos de los principales mercados donde Iberdrola tiene negocio regulado cambiarán sus marcos regulatorios. 

Así, según un reporte de analistas de Bloomberg Intelligence al que ha tenido acceso ECONOMÍA DIGITAL, el impulso inversor que está llevando a cabo Iberdrola estaría superando al que ejecutan actualmente muchos de sus competidores en el sector. De este forma, añaden, la energética española asume que el negocio de redes es esencial para aumentar el Ebitda como gran indicador de rentabilidad. 

Iberdrola asume la importancia de las redes 

Según señalan los analistas de la firma estadounidense, la estrategia inversora se volcará en las redes tras impulsar esa cifra con respecto a los planes anteriores en más de un 25% para el periodo 2023-25. 

Ese movimiento, según explican, se fundamenta en tres ejes: la propia rentabilidad de esos activos, que es mayor a la de cualquier negocio; la presión inflacionaria y de precios que todavía existe; y el complejo escenario de tipos que presentan los mercados financieros para encarar otras actividades. 

Por ello, se estima que esa inversión se eleve por encima del 50% próximamente. Sobre todo, porque hay mercado como EEUU y Brasil donde se puede crecer a una gran velocidad. 

En cuanto a las regiones, España culmina su ciclo regulatorio 2020-25 en un par de años, y las principales empresas del sector ya llevan un tiempo ejerciendo presión sobre el regulador que fija el marco retributivo. Se trata de convencerlo de la importancia de las redes en el desarrollo del nuevo contexto energético donde las renovables jugarán un papel esencial y requieren de una infraestructura sólida, avanzada y moderna. 

Brasil cuenta con diferentes marcos retributivos que concluyen sus periodos desde 2025 a 2028. Por su parte, EEUU deberá cambiar las compensaciones reguladas en 2026, mientras que Reino Unido tiene también dos fórmulas que terminan en 2026 y 2028.  

Así, en un periodo de tres años Iberdrola sabrá cuánto puede ingresar por la actividad de las redes de distribución para los próximos cinco años a partir de cada nuevo periodo regulatorio. 

Pisan el acelerador 

Algunos de los ejemplos concretos de esta pulsión por fortalecer el negocio de las redes se ha podido ver en EEUU, donde Iberdrola, a través de Avangrid, la filial estadounidense, invertirá más de más de 2.700 M€ en modernizar la red eléctrica del estado de Nueva York

La compañía ha recibido la aprobación de la Comisión de Servicios Públicos de Nueva York para la segunda fase del proyecto.  

Esa segunda fase, que supondrá una inversión de unos 2.035 M€, reducirá la congestión de la red y la dotará de capacidad para integrar casi 2 gigavatios (GW) de energía renovable. 

Por ello, Avangrid considera que, junto con la fase I de ese proyecto, las oportunidades de inversión en redes de transmisión eléctrica en Nueva York más allá de 2025 alcanzarán más de 3.000 M$. 

De igual modo, en otros de sus grandes mercado, Iberdrola ha firmado con el fondo soberano de Singapur GIC un acuerdo estratégico para el desarrollo de las redes de transmisión en Brasil por unos 430 M€

En concreto, ambas sociedades coinvertirán en activos operativos de transporte (Jalapão, Santa Luzia, Dourados, Atibaia, Biguaçu, Sobral, Narandiba y Río Formoso), que tienen un total de 1.865 kilómetros de líneas de transporte y una rentabilidad anual de unos 77 M€, con un plazo medio de concesión de 25 años. 

El grupo presidido por Galán, a través de su filial en Brasil (Neoenergia), tendrá una participación del 50% de la sociedad, valorada en unos 215 M€. La operación se ha realizado a un múltiplo de 13 veces Ebitda.

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