IAG pujará por TAP, en paralelo a la compra de Air Europa
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, asegura que primero analizaran si las condiciones para su privatización tienen sentido para el grupo
IAG, matriz de Iberia y Vueling, entre otras compañías, pujará por la aerolínea portuguesa TAP, en paralelo al proceso de compra de Air Europa (pendiente de la aprobación por las autoridades de Competencia europeas), si las condiciones que establezca el Gobierno luso para su privatización tienen sentido para el grupo.
La privatización de TAP va a empezar ahora y «vamos a ver lo que el Gobierno portugués considera en este proceso y a analizar si es interesante para IAG», ha señalado, en declaraciones a Efe, su consejero delegado, Luis Gallego.
Gallego, que participa estos días en la 79 asamblea general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), ha destacado que IAG siempre está mirando oportunidades de consolidación y algunas las ha hecho y otras, no.
Ha recordado que, por ejemplo, miró la compra de Norwegian, pero nunca la hizo efectiva, mientras que sigue intentando la de Air Europa y, en función del nivel de ‘remedies’ (cesiones) que la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea (CE) imponga en esta operación, verá si tiene sentido seguir adelante o no.
Según Gallego, «TAP puede ser una opción, pero, primero, tenemos que ver en qué condiciones se va a privatizar y si tiene sentido para nuestra red y para nuestros clientes«.
Dos mercados complementarios
El ejecutivo ha explicado que, en principio, los mercados en los que opera Air Europa y TAP son complementarios, al volar esta última sobre todo a Brasil, donde su grupo no tiene mucha presencia, con lo que «pueden ser dos operaciones que avancen en paralelo».
En cuanto a la proximidad entre el aeropuerto de Lisboa y el de Madrid-Barajas, ha comentado que IAG, siendo un grupo internacional con varias aerolíneas (Iberia, British Airways -BA-, Vueling, Aer Lingus, Iberia Express y Level) trabaja, por ejemplo, en el Atlántico del Norte, con una estructura de doble ‘hub’: Dublín y Londres.
Este tipo de preocupaciones surgió también con la operación de compra de Aer Lingus, ha reconocido, en cuyo caso se cuestionaba «si su integración en IAG iba a ser mala para la compañía irlandesa porque BA podría, de alguna forma, comérsela, y no ha sido así».
En su opinión, cuando se hagan públicas las condiciones para el proceso de privatización de TAP, los tres grandes grupos de red europeos -además de IAG, Air France-KLM y Lufthansa-, «al menos miraremos si nos interesa».
IAG siempre ha defendido que es una plataforma de consolidación y «creemos que consolidar el mercado es bueno, como se consolidó en los Estados Unidos, y que éste tiene que ser el camino de Europa, porque, al final, es una ventaja para los clientes o para crisis como la que hemos tenido durante la covid», ha señalado.
«Qué se va a producir una consolidación, es claro, y cada uno estamos viendo cuáles son las piezas que más nos pueden aportar a nuestro modelo de negocio«, ha apuntado.
Primeras interacciones con Europa
Respecto de Air Europa, IAG ha tenido las primeras interacciones con la CE y, tras presentar la información, está a la espera de sus preguntas sobre la operación.
IAG tiene un planteamiento proactivo en las rutas donde considera que puede haber más problemas de competencia, pero Gallego no ha revelado si es similar al que presentó en su primer intento de lograr el visto bueno de la CE a la operación, en mitad de la covid, y que retiró a finales de 2021.
«Estamos revisando con la CE qué puede tener sentido» porque, el contexto en el que se presentaron los acuerdos con Volotea y World2Fly como la posible solución, ahora es distinto.
Las aerolíneas van saliendo de la crisis y la demanda es alta, frente a un contexto de entonces en que muchas compañías podían desaparecer, aunque también es cierto que ahora toca repagar la deuda generada durante la covid, por lo que «es otro enfoque, pero el problema es el mismo», ha precisado.
Dudas sobre el último trimestre
Sobre las perspectivas para este año, ha dicho que no se sabe si el actual crecimiento del tráfico se va a mantener en el tiempo o no.
El segundo trimestre y el tercero «tienen buena pinta», pero el último, no se sabe, ya que el tráfico corporativo todavía va por debajo del nivel de 2019 y, además, hay muchas incertidumbres como la guerra en Ucrania o el precio del combustible, entre otras.
A ello se suma la citada deuda y, aunque de momento la demanda es fuerte, en algún momento bajará, por lo que las compañías «tenemos que ser más eficientes desde el punto de vista de costes», ha concluido.