La filial norteamericana de ACS obtiene un mega contrato de 1.125 millones en Texas

Turner, compañía norteamericana propiedad de ACS (presidida por Florentino Pérez) ha obtenido un contrato de 1.200 millones de dólares (1.125 millones de euros) para remodelar y ampliar un centro comercial en Austin (Texas), que realizará junto a la compañía JE Dunn Construction.

El proyecto implicará la demolición y la reconstrucción del centro por un período de cuatro años y el resultado final “casi doblará la cantidad de espacio disponible” permitiendo al espacio “permanecer competitivo en el mercado”.

Además brindará un espacio para eventos “amigable” para la comunidad que “transformará el cuadrante sureste del centro de la ciudad” y brindará conectividad entre el centro y el este de Austin, informó la compañía, que precisó que el objetivo es que el nuevo complejo esté terminado para 2028.

Líderes en la construcción de instalaciones para eventos

El consejero delegado de Hochtief, Juan Santamaría, señaló que “Turner es uno de los líderes del mercado en la construcción de propiedades deportivas y para eventos y es el número uno en los Estados Unidos en edificios sostenibles y verdes. Este importante contrato es una excelente oportunidad para combinar nuestra experiencia en ambas áreas”.

Por su parte, el vicepresidente y gerente general de Turner Construction Company, Graham Dewar, indicó que “es un honor para la empresa conjunta JE Dunn y Turner Construction ser elegida para una empresa tan importante para la ciudad de Austin».

“Este proyecto revitalizará el centro de convenciones de Austin, mejorando la experiencia tanto para los clientes como para los invitados, al mismo tiempo que mejorará la conectividad del centro de Austin. Esperamos trabajar con todos nuestros socios y la comunidad en la construcción de este nuevo centro de convenciones”, añadió.

Otros contratos de ACS en EEUU

Este proyecto se suma a una larga lista de contratos que ha obtenido la filial de ACS en Estados Unidos, como la expansión del aeropuerto de Seattle por 380 millones, la remodelación de una base militar en Nebraska por 353 millones o la construcción del nuevo estadio de los Tennessee Titans por nada menos que 2.000 millones.