Los fondos se preparan para entrar en Eroski si falla la emisión de bonos de 600 millones

Los fondos acreedores de Eroski se preparan para entrar en el capital de la cadena de supermercados si la emisión de bonos recientemente aprobada por la cooperativa, por valor de 600 millones de euros, fracasa.

De acuerdo a fuentes financieras consultadas por este diario, la compañía ha encargado ya a JPMorgan y Deutsche Bank la búsqueda de inversores entre los que colocar dicha emisión.

Si la cadena de supermercados del Grupo Mondragón no logra convencer a los inversores para participar en dicha emisión de bonos, los fondos iniciarán una reestructuración financiera de la empresa similar a las emprendidas recientemente en la catalana Celsa o en la canaria Naviera Armas, advierten las fuentes consultadas.

La cooperativa cerró el pasado ejercicio con una deuda cercana a los 900 millones de euros

A principios de octubre, los socios de Eroski aprobaron en asamblea emitir bonos por 600 millones de euros para amortizar deuda. La compañía contempla un primer vencimiento de deuda por importe de 503 millones en julio del próximo año, y de otros 200 millones de euros en el mismo mes del año 2027.

El grupo explicó a sus socios que la mayor parte del endeudamiento financiero que acarrea proviene de un contrato de financiación sindicada suscrito en julio de 2019 con entidades financieras. En la actualidad, el importe principal pendiente de amortización asciende a 703 millones.

La cooperativa, dirigida por Rosa Carabel, cerró el pasado ejercicio con una deuda cercana a los 900 millones de euros. A pesar de los beneficios que ha registrado la cadena de supermercados, lograr ahora el apoyo de inversores para amortizar deuda «no es algo sencillo», consideran fuentes cercanas a los fondos de inversión interesados en Eroski.

La banca española vendió entre 2020 y 2021 la deuda que tenía de Eroski, valorada en 1.300 millones a fondos de inversión. En 2020, CaixaBank, Sabadell y BBVA se desprendieron de 800 millones de deuda de la cadena de supermercados, y Santander vendió otros 500 millones de deuda a principios de 2021.

Con anterioridad, en 2018, Eroski ya vivió una situación complicada por las dificultades que tuvo para refinanciar su deuda bancaria, corriendo el riesgo incluso de perder la identidad como cooperativa y estar obligada a convertirse en sociedad anónima.

Eroski, reestructuración compleja

De no lograr Eroski el apoyo de inversores institucionales para la emisión de bonos, los fondos acreedores previsiblemente harían uso de la nueva Ley Concursal, que les permitiría presentar ante el juzgado un plan de homologación de deuda que arrastraría al resto de acreedores, como alternativa a la entrada en concurso de acreedores de la empresa.

La reestructuración financiera de Eroski, en su caso, sería especialmente polémica, dado que el Gobierno tendría potestad para imponer condiciones sobre la entrada de los fondos en su capital, por el carácter estratégico de la empresa.

Y dado también el carácter cooperativista de la cadena de supermercados, una estructura empresarial que cuenta con la simpatía de la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz.

Eroski logró un beneficio de 70 millones de euros entre febrero y julio, el primer semestre de su ejercicio fiscal, un incremento del 49% respecto al mismo periodo del pasado año, con unas ventas de 2.526,7 millones, un 9,21% más.

En su pasado ejercicio anual, Eroski registró una cifra de facturación de 5.476 millones de euros y cuenta con una red de 1.656 establecimientos repartidos por España. La compañía emplea a más de 27.000 personas, según su última Memoria Anual, de las que el 77% son mujeres.

En 2022, Eroski acordó con el Grupo Iberostar el traspaso del 100% del negocio de Viajes Eroski.