Correos multiplica por 18 su deuda bajo el Gobierno de Sánchez, hasta los 600 millones 

La empresa pública que preside Juan Manuel Serrano incrementa su pasivo en 140 millones en un solo año, después de dispararlo por la pandemia

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Correos cerró un 2022 muy negro. Bajó facturación un 5,7%, hasta los 1.962 millones de euros, duplicó pérdidas, hasta los 217 millones, y disparó también su deuda, uno de sus puntos flacos desde 2020 porque añade costes financieros a una estructura pesada que ahora engorda por los contratos de verano y relacionados con el voto por correo de las elecciones del 23-J.

La deuda de la empresa pública que preside Juan Manuel Serrano es de 597 millones de euros, según las cuentas individuales de 2022, a las que ha tenido acceso Economía Digital. El endeudamiento total probablemente sea mayor y supere los 600 millones, pues en los resultados consolidados, aún no disponibles en el registro ni en el apartado de transparencia de la web de Correos, la cifra suele ser 4 o 5 millones más.

Esos cerca de 600 millones suponen un incremento del 30,6% respecto a los 457 millones de 2021, pero la cifra es demoledora si se mira toda la era Sánchez, que nombró a Serrano, amigo personal, como presidente. Desde 2017, el ejercicio anterior a la llegada del PSOE al Gobierno, la deuda de Correos se ha multiplicado por 18. La causa principal es la pandemia, pues en 2020 se multiplicó casi por diez, de 39 a 380 millones, pero luego ha seguido creciendo año tras año.

Uno de los cambios que se produce en la pandemia es que la empresa pública tiene que empezar a recurrir a créditos bancarios para subsistir. Hasta entonces, las deudas eran comerciales y por inmovilizado, cuestiones contables o del día a día ordinario de la actividad normal de Correos. Pero en 2020, contraen una deuda de 340 millones con entidades financieras, de la que la mayoría es a corto plazo pues se trata de una línea de crédito para circulante, es decir para los gastos del día a día.

Es en 2021 cuando esa deuda empieza a traspasarse a largo plazo, lo que indica que el problema de liquidez se va a demorar en el tiempo, con un préstamo de 325 millones de Kutxabank. En 2022 es Caixabank quien se convierte en el principal financiador de Correos, con dos préstamos, uno de 123 millones y otro de 99 millones. Entonces la deuda no solo se dispara hasta los 600 millones sino que además, la mayoría es a largo plazo.

En 2024 debe devolver el crédito de Kutxabank, que va a refinanciar, por lo que no dará un respiro a la deuda y, además, con costes mayores por la subida del euríbor. Todos los préstamos bancarios de Correos en estos años han ido referenciados al euríbor, pero la diferencia es que mientras en 2020 y 2021 estaba en negativo, ahora supera el 4%, lo que añade presión a unas cuentas ya muy deterioradas.

Las cuentas de Correos acumulan un agujero de más de 586 millones de euros en los últimos tres años. Cerró 2019 con unos beneficios de 17,7 millones, pero la pandemia hundió sus resultados y perdió 264 millones en 2020, 105 millones en 2021 y 217 en 2022. Este 2023 no pinta mucho mejor, con el incremento de costes financieros y laborales, pues está contratando a cerca de 20.000 trabajadores para cubrir las necesidades del verano por las elecciones y las vacaciones.

Lo que no han impedido las pérdidas es que Serrano gane más cada año: en 2020, cuando Correos se hundía en números rojos y disparaba la deuda, el presidente de la compañía pasó de cobrar 178.000 a 199.000 euros al año, un incremento del 11%. En 2021 rozó los 204.000 euros y, en 2022 superó los 208.000 euros.

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