Los bancos españoles afrontan la desaceleración económica con la mayor liquidez del sector financiero europeo 

La banca española no pasará apuros en términos de liquidez en los próximos meses. Aunque este mensaje no es nuevo, pues todos los bancos del país presentan ratios de capital más que suficientes, el último Informe de Estabilidad Financiera publicado por el Banco de España ha constatado la holgada posición de liquidez que tienen las entidades bancarias nacionales. Como apunta el reporte del regulador español, los bancos cerraron el primer semestre con ratio media de LCR de 176,9%.  

El principal indicador que mide los niveles de capital de los bancos se mantiene en unas cotas elevadas. Tanto que el propio Banco de España considera que este 176,9% es un nivel «robusto«, alejado del 100% mínimo que exige el Banco Central Europeo. Aunque el Informe de Estabilidad Financiera apunta a una caída interanual de más de 28 puntos porcentuales de la LCR del sector bancario español, el regulador con sede en Madrid no atisba ningún problema por dicho descenso.  

De hecho, Ángel Estrada, director de Estabilidad Financiera y Regulación del Banco de España, señaló ayer durante la presentación del informe que «la posición de liquidez de la banca española es confortable». Todo ello contando con la caída interanual desde el 205,6% hasta el 176,9% que reluce en el casillero de la banca nacional.  

Dicha caída responde «a la reducción de depósitos en bancos centrales, en los que se acumulaba como reservas de liquidez parte de la financiación de coste reducido obtenida de estos», según indica el BdE en el Informe de Estabilidad Financiera de otoño. 

Los bancos españoles afrontan la desaceleración con capital de sobra  

Sea como fuere, el sector bancario español afronta un tramo de incertidumbre económica con una posición de capital cómoda, tal y como exponen los directivos del Banco de España. A esto hay que sumarle que la banca nacional ha devuelto gran parte de la financiación que concedió el Banco Central Europeo a través de las líneas TLTRO III. Es decir, las entidades españolas encaran lo que resta de año y el inicio de 2024 con un estatus cómodo en términos de liquidez, el más elevado con respecto a sus pares en Europa. 

La banca europea devolvió al BCE más de 600.000 millones de euros en las ventanas de junio y septiembre  

La banca española es, hoy por hoy, la que mejor ratio de capital tiene con respecto a las entidades alemanas, italianas y francesas, tal y como sostiene el Informe de Estabilidad Financiera de otoño.  

Pese a que los banqueros de las grandes entidades del país han remarcado que lo que está por venir es un tramo menos boyante que el actual, ninguno atisba un periodo preocupante para la banca. Sí que adelantan una caída de la inversión crediticia que ya se está viendo, fruto de las subidas de tipos de interés que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo. 

Las previsiones apuntan a un retroceso económico para 2024 

Y es ese endurecimiento monetario el mismo que hará que las economías europeas retrocedan o, como poco, crezcan menos de lo que hasta hace poco se preveía, para 2024. En el caso del entorno económico español, el FMI remarcó hace dos semanas que la economía española crecería en 2024 un 1,7%, por debajo del crecimiento del 2,5% que la institución estima para este curso. En una línea similar, la OCDE apuntó la semana pasada que España tendría un crecimiento económico del 1,5% para el año que viene.  

Dos estimaciones que casan con lo que los banqueros de algunas de las principales entidades bancarias prevén no solo para el año que viene, sino para el cierre de este. El efecto de las subidas de tipos de interés comenzará a notarse con mayor vehemencia en el cuarto trimestre, sobre todo con la previsión de que los tipos de interés se mantendrán en cotas elevadas hasta el año que viene. 

Un tramo de «debilidad económica» 

La semana pasada, Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, habló de que en la actualidad hay «cierta debilidad económica» que se prorrogará hasta mediados de 2024, momento en el que comenzará a darse una recuperación gradual. El directivo de la entidad catalana aseveró que España «saldría con fuerza» de este tramo de retrotracción económica.  

En una línea similar, Banco Sabadell apunta en su informe financiero correspondiente a los resultados del tercer trimestre que el momento actual refleja un menor dinamismo económico fruto de «mayores precios energéticos, mayores tipos de interés y un peor comportamiento de los mercados de explotación».  

Pese a ello, y aún todos los inputs negativos que tanto instituciones públicas, como organismos financieros y bancos ofrecen, las entidades españolas, al igual que las europeas, no tendrán problemas de liquidez para afrontar la desaceleración económica ya palpable.