España deja sin adjudicar 65 millones de fondos europeos en el arranque de 2023
Los contratos desiertos de los fondos Next Generation repuntan en el primer trimestre del año hasta el 11,3% del total, destacando los de suministros, con 25,4 millones sin adjudicar
Los fondos europeos para recuperar la economía española tras la pandemia (Next Generation) han iniciado el año 2023 con un repunte en el número de contratos desiertos. Según los datos facilitados a ECONOMÍA DIGITAL por Gobierto, empresa que extrae información de las plataformas públicas de contratación, 156 adjudicaciones adscritas a estos fondos, el 11,3% del total, finalizaron sin destinatario en los tres primeros meses del año, lo que asciende a un total de 65,3 millones de euros que, por el momento, están sin adjudicar y en el limbo.
Estas cifras suponen un aumento respecto a los años anteriores, ya que en todo 2022 los contratos que se quedaron desiertos de los fondos de recuperación ascendieron a 475, un 8,74% de los finalizados (5.434). Mayor aún es la diferencia con el año 2021, que registró un 7,17% de contratos desiertos, lo que se traduce en 39 adjudicaciones de un total de 544. Los importes que se dejaron de adjudicar en estos años fueron 336,75 millones en 2022 y 30,44 millones en 2021.
Según afirma Sergio Jiménez, consultor de Gobierto, que haya contratos desiertos en los fondos Next Generation supone «sin lugar a dudas» un retraso en la ejecución de los mismos. «Cuando tienes un contrato desierto, tienes tres opciones: olvidarlo, adjudicarlo por un procedimiento negociado sin publicidad o volver a sacar la licitación en un procedimiento abierto«, explica. El primer caso supondría un desaprovechamiento absoluto del dinero, el segundo requiere de dos o tres meses más y el tercero se demora «unos nueve meses en total».
El consultor señala que dos de los motivos del incremento de las adjudicaciones desiertas son la inflación y la incertidumbre, ya que los interesados no saben si van a conseguir márgenes en los años que dure el contrato con el ritmo de crecimiento de los precios. En esto coincide Nicolás González-Deleito, socio del área de Derecho Público de Cuatrecasas, que asegura que «el problema de los contratos desiertos» se debe al «precio y al rígido corsé que supone la ley de desindexación».
«Cuando los costes que han a suponer no son determinables debido a las fluctuaciones de la inflación y otros incrementos de costes, como los del salario mínimo interprofesional, y no se articulan mecanismos flexibles que garanticen, mediante la revisión de precios, el mantenimiento del equilibrio del contrato, el efecto difícilmente podría ser otro», asegura.
Más contratos desiertos de obras a pesar del real decreto
El tipo de contrato que acumula más adjudicaciones desiertas desde el inicio de los fondos es, con diferencia, el de suministros, que alcanza los 294 en tres años. 49 de ellos se han producido en 2023 y ascienden a 25,47 millones de euros sin adjudicar. Según Jiménez, esto se debe a que este tipo de contrato es el que más rápido nota la inflación.
Le siguen los contratos de obras, con 197 desde el inicio de los fondos Next Generation, pero que ya cuentan con 60 desiertos en 2023 que ascienden a 21,5 millones. Este repunte coincide con el fin en marzo de este año del Real Decreto-ley 3/2022, aprobado en marzo de 2022 para que los contratos públicos de obras pudieran revisar sus precios de acuerdo a la inflación.
Aunque este aumento no se debe al fin del decreto, pues todas las licitaciones hechas hasta el 2 de marzo de 2023 podrían beneficiarse de él, desde Seopan (Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras) alertaron de que esto podría pasar y piden nuevas medidas para paliar la subida «sin precedentes» de los precios de los materiales.
Seopan considera que el decreto mitigará «solo parcialmente» los incrementos de precios «al omitir la revisión del término de la energía y excluir a la práctica totalidad de contratos formalizados en 2021». Críticas que también hace Gobierto, porque creen que el decreto imponía unas condiciones «estrictas» a cumplir y González-Deleito. «Se le debe objetar que se circunscribiese al contrato de obras y excluyese de plano las demás modalidades», detalla el abogado, que considera necesario haberlo ampliado temporal y funcionalmente.
Por último, las adjudicaciones de servicios son las que más tardan en notar la inflación: en 2023 suman 47 desiertas con un importe de 18,3 millones.
Tragsa lidera los contratos desiertos de fondos europeos
Analizando los contratos con mayor importe inicial que se quedaron desiertos en 2023, se aprecia que solo 9 de ellos ya suponen la mitad de los millones sin adjudicar. El de mayor importe, de 7.453 millones, es un contrato a cargo de la presidencia de la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas para instalar un equipo de litografía óptica en su centro de Barcelona.
El segundo y el tercero, de 5.648 millones y 5.614 millones, son responsabilidad del Gobierno de las Islas Baleares y de la Generalitat Valenciana. Se trata, en el primer caso, de un contrato para reformar una residencia y centro de día de personas mayores y, en el segundo, de una adjudicación para adquirir vehículos eléctricos y adaptados a personas con diversidad funcional.
Por adjudicador, el que más contratos desiertos acumula en 2023 es la empresa pública Tragsa, adscrita al Ministerio de Hacienda, con 46 adjudicaciones. Esta empresa es también la líder de los contratos desiertos de los fondos Next Generation desde su inicio en 2020, acumulando 121 contratos desiertos. La mayoría de ellos corresponden a procesos atascados de restauración en las antiguas cuencas mineras del norte de España. Le siguen la Generalitat Valenciana, con 25 contratos, y la Empresa Municipal de Transportes Urbanos de Palma.