El Tribunal de Cuentas Europeo alerta de «lagunas» en el control de los fondos de recuperación
Los auditores diagnostican que el mecanismo de control de la Comisión Europea tiene "escasa información verificada", lo cual deriva en una "falta de rendición de cuentas" a escala europea
El Tribunal de Cuentas Europeo avisa de que el sistema puesto en marcha por la Comisión Europea para controlar el uso de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) tiene «lagunas de fiabilidad y de rendición de cuentas».
Así lo asegura el organismo auditor en un informe publicado este viernes en el que explica que la Comisión dispone de «escasa información verificada propia» sobre los controles de la puesta en marcha de los 724.000 millones de euros de los fondos y que «desconoce» si los países están llevando a cabo las reformas y de qué manera. «Sin garantías de que se cumplan estas normas, existe una falta de rendición de cuentas a escala de la UE», sentencia.
El mecanismo de la Comisión Europea para repartir los fondos se basa en que los Estados miembros cumplan determinados hitos y objetivos fijados en sus planes de recuperación. Según ese cumplimiento, el ejecutivo comunitario realiza los pagos del MRR. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas Europeo explica que el órgano ejecutivo de la UE no tiene previsto examinar cómo comprueban los países que los proyectos de inversión financiados por el MRR se ajustan a las normas nacionales y de la UE.
En este sentido, los auditores advierten de que el «incumplimiento» de las normas nacionales y de la UE, en aspectos como «la contratación pública, las ayudas estatales y la subvencionabilidad, está muy extendido en otros programas de gasto de la UE». Lo cual constituye un riesgo grave para los intereses financieros de la Unión y, por lo cual, solicitan a la Comisión que «encuentre formas» de reducir estas deficiencias.
Mejor información sobre posible fraude
Un punto a favor del control de los fondos es, según detalla el Tribunal de Cuentas, que la Comisión tiene previsto examinar en los próximos años si los controles realizados por cada país de la UE son capaces de prevenir, detectar y corregir casos de fraude, corrupción, conflicto de intereses y doble financiación. Además, la Comisión está facultada para recuperar cualquier importe procedente de esas actividades ilícitas si los países no lo hacen.
Sin embargo, los auditores también señalan que la información sobre el fraude tiene margen de mejora y que se necesita una mayor orientación acerca de las correcciones a tanto alzado que deberían aplicarse «de forma coherente respecto a las insuficiencias observadas» en los sistemas de control de los países.
La metodología de penalizaciones llega tarde
Por último, el Tribunal de Cuentas critica que la Comisión haya esperado «casi a mitad de la vigencia» del mecanismo de recuperación para determinar cuánto dinero debería inmovilizarse o reducirse si un país no cumple plenamente un objetivo o hito del plan.
Esta metodología fue publicada por la Comisión el pasado 23 de febrero y en él detallaba que, en casos de cumplimiento parcial, la cuantía de cada desembolso se reduciría en función del número de hitos no completados en una cantidad para cada uno de ellos igual a la división de todos los fondos asignados por país (España, por ahora, 69.500 millones) entre total de hitos y objetivos del plan (415 en el caso del plan español).
Sin embargo, no todos los hitos y objetivos tienen la misma importancia, por lo que el incumplimiento de las reformas «de importancia particular», como es la de las pensiones en el caso de España, podrá tener mayor sanción.
Relacionado con este asunto, los auditores añaden que la Comisión no ha publicado orientaciones sobre qué hacer si se produce un retroceso en una medida financiada, lo que hace más probable que los hitos y objetivos que se han revertido pasen desapercibidos. «No está claro cuál será el impacto de ese retroceso», señalan.