El sector energético salva la cara a Ribera ante un Plan de Energía que genera dudas
El tiempo se ha echado encima para la presentación pública del PNIEC, sin embargo, el sector se vuelca en que salga bien
El conjunto de las empresas energéticas españolas vuelve a estar a la altura de las circunstancias pese a que desde el Ministerio para la Transición Ecológica no ponen las cosas fáciles. Así, los principales actores del sector ponen el máximo de su parte para que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) llegue a la Comisión Europea de la mejor manera posible.
En concreto, el Gobierno ha apurado los plazos para la presentación del PNIEC más de lo esperado. Este documento, que deben remitir todos los Estados miembro a Bruselas, es una suerte de hoja de ruta que sirve como guía para que las empresas asuman cuáles son las directrices energéticas y los objetivos climáticos que se deben cumplir.
La fecha para hacer llegar a Europa este documento es el 30 de junio. Y en este punto es donde surgen los conflictos que, sin embargo, intentan capear los actores implicados. ECONOMÍA DIGITAL ha consultado con las principales patronales españolas, que representan los intereses de las compañías más importantes, si hay margen de tiempo para que todo se presente en orden. Las respuestas son unánime: se llega muy apurado, pero todos pondrán de su parte para que el PNIEC se ajuste lo máximo posible a la realidad.
En cuanto a los plazos, el PNIEC resultante tendrá un periodo de consultas públicas para hacer alegaciones y observaciones sobre el mismo. Una de las fuentes consultadas advierte de que se espera que haya numerosos comentarios. En este sentido, se generan dudas sobre cómo las recogerá el equipo de la ministra Teresa Ribera, y cómo se llevarán a cabo las modificaciones, si es que las hay.
Objetivo común, ideas distintas
La mayoría de los consultados coinciden en dos cosas: casi todos los sectores harán sus observaciones al documento; y, pese a que hay poco tiempo, todos podrán de su parte para que salga lo mejor posible.
Sin embargo, los dudas surgen por el margen temporal. Se da por hecho que España quiere cumplir con ese plazo de finales de junio. Por motivos de implicación política, el Ejecutivo español no quiere quedar rezagado. Eso provoca, ‘de facto’, que la flexibilidad sea mínima.
Así, aunque estos días está habiendo reuniones con los principales sectores afectados, y los representantes de los mismos a través de organizaciones y patronales, los detalles concretos del PNIEC todavía se desconocen. Aunque algunos sectores ya tienen preparado todo.
Un pequeño todos contra todos
Algunas patronales ya saben qué comentarios van a remitir cuando se abra el periodo de consultas. Entre ellas, las renovables. Sus principales objetivos son de elevar la ambición que debe reflejar el documento. Asimismo, también se volverá a pedir que se faciliten los trámites para el desarrollo renovable.
Por otra parte, hay otros sectores cuya importancia es esencial en el entramado energético español, pero que no tienen tanta bendición y cuyo papel en el PNIEC no será tan relevante.
Por encima de todos se sitúa el nuclear. Salvo sorpresa de última hora, el calendario de cierre será el previsto: de 2027 a 2035 se irá apagando el parque nuclear. Otra pelea vendrá si, finalmente, el Partido Popular acceder al poder e implanta el argumentario que está exponiendo ahora mismo.
En cuanto al sector gasista, su principal foco mira hacia los gases renovables en su conjunto. Asumen que su tecnología irá perdiendo pese en este proceso de descarbonización, pero quieren jugar un papel relevante. Y pelearán por ello.
Sobre los petroleros, su papel también parece que perderá importancia en el PNIEC. Sin embargo, ellos reclamarán su importancia, sobre todo, en lo que supone el consumo de energía primaria, que todavía tiene mayor peso que el consumo eléctrico.
También reclamará lo suyo el sector electrointensivo, así como los cogeneradores… y, a fin de cuentas, todos los implicados que tendrán importancia en el desarrollo energético de la próxima década. Y todo ello será de manera algo atropellada, aunque contará con el respaldo de todos