Iberdrola, Repsol y Naturgy ‘despiden’ a Ribera con una lluvia de críticas a su ‘plan de energía’

El nuevo borrador del PNIEC, que el Gobierno español debe remitir a Bruselas, ha sido recibido de manera reticente por parte de las grandes compañías, sobre todo, por una ambición desmedida sin respaldo real

PNIEC

La ministra Teresa Ribera

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Los congresos sectoriales son un arma de doble filo. En algunos casos, los ponentes navegan entre los tópicos y las sugerencias encorsetadas. En otros, en cambio, se pueden hacer críticas valiosas para la evolución del negocio. Esto segundo es lo que ha sucedido en el evento anual de la energía eólica, donde las grandes energéticas se han despachado a gusto con el nuevo ‘plan de energía‘ del Gobierno y, además, se percibía cierto ambiente de final de ciclo.

Ha sido en el marco del ‘VII Congreso Eólico Anual 2023‘, que ha estado inaugurado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera -a la que parecían despedir las empresas-, pero donde su revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ha sido recibido con reticencias. Gigantes energéticos como Iberdrola, Repsol, Acciona Energía, Naturgy, Greenalia y EDPR han desempolvado un reguero de críticas sobre este borrador.

El nexo común es un exceso de ambición que no se justifica sin una demanda eléctrica adecuada. Todos coinciden en lo mismo: las intenciones son buenas, y el despliegue renovable no se debe detener; pero si no se acompasa con una demanda justificada todo queda en ‘papel mojado’. Así lo han expresado. Todo ello en un ambiente de final de ciclo con respecto al actual Ejecutivo. Y es que nadie puede obviar que el 23-J quizá cambie todo.

En este contexto, el CEO de Iberdrola Renovables, Julio Castro, encarna esta descripción del ‘bien, pero’. Sus primeras palabras, en la principal mesa redonda del congreso, han sido de agradecimiento por los últimos movimientos regulatorios llevados a cabo por el Ejecutivo. Asimismo, considera que «el PNIEC, en sus intenciones, es bueno», pero acto seguido se ha abierto la veda.

«Me falta la ruta del mercado; me falta el cierre en la convergencia de la situación, sobre todo, saber cuál va a ser la demanda que de alguna manera asuma todos estos costes de una manera competitiva. Habrá que ver qué es bancable, y qué se puede hacer», sentenciaba el directivo de Iberdrola.

Después, una vez abierta la aspita de hacer consideraciones sobre el PNIEC, nadie se ha podido resistir. La CSO y consejera ejecutiva de Greenalia, Beatriz Mato, sostenía que «teniendo en cuenta que la industria no se ha podido adaptar a la velocidad de implantación para cumplir los objetivos del anterior PNIEC, yo espero que más allá de esos objetivos ambiciosos, también me digan cómo vamos a conseguirlos».

Además, la directiva gallega, abría otra derivada de esa ambición desmedida y que, además, se debe llevar a cabo en muy poco tiempo. «Lo más importante es decir cómo vamos a hacer para que la cadena industrial pueda dar respuesta a todas esas necesidades».

¿Qué sucede con la demanda?

El gran problema para todos los ponentes, más allá de las cuestiones técnicas que plantea es PNIEC, es qué hacer con una demanda eléctrica que no termina de activarse. Así, el COO Europe & Latam de Repsol Renovables, Enrique Pedrosa, explicaba que «entre enero y mayo de este año, en comparación con las años prepandemia, la demanda eléctrica es inferior». Y no solo eso. «En la evolución histórica de los últimos años hay un desacople entre la demanda energética y el PIB», señalaba el directivo de la petrolera.

Ante este análisis, matizaba que pese a la esperanza de demanda, con estas renovables, y con un almacenamiento que tardará, los número no terminan de encajar.

Además, para añadido de todo esto, se toman medidas en paralelo para cubrir esa ambición que, a juicio de las empresas, no es lo más acertado. La country manager de EDPR, Rocío Sicre, se refería a la prórroga que se ha dado para la concesión de los permisos de construcción para las renovables.

«Ahora vemos otra prórroga, pero no deja de ser un café para todos, y da lugares a vencedores y perdedores. Un retraso de seis meses nos lleva a que todos los proyectos nos lleve en un pelotón y se gestionen todos a la vez. Eso terminará estresando la cadena de valor», señalaba Sicre, haciendo referencia a que la ambición acarrea tomar medidas que no benefician a la industria.

Simplemente, no

Uno de los más duros ha sido el director general de Renovables e Innovación de Naturgy, Jorge Barredo, al señalar que «es prácticamente imposible que lleguemos a los números de 2025 en la construcción de eólica. Se debería haber corregido esa cifra, y haber puesto una que se pudiera cumplir».

Con respecto a esa sensación de que la demanda planteada no se alcanzará, el directivo de la gasista recuerda que «se debe vender casi 1 millón de coches eléctricos al año; y también hay interconexiones suficientes. La demanda está montada en base a cuestiones artificiosas, con supuestos difíciles de alcanzar».

Y en esa línea, y con la misma contundencia, la directora de desarrollo de negocio en España de Acciona Energía, Marta Fernández, aseguraba que «es complicado, muy complicado, cumplir con el actual PNIEC».

Los mensajes al Ministerio seguían sin solución de continuidad. «Si a eso le juntamos con los proyectos que hay en marcha, y teniendo en cuenta que muchos de ellos no se iniciaran hasta 2024, no tiene sentido pensar que serán capaces, no de construir, sino de terminar la tramitación por completo».

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