La reforma de pensiones de Escrivá costará 40.000 empleos esta década
La AIReF estima una reducción de 33.000 empleos en tres años por cada punto de subida de cotizaciones sociales y un mayor impacto en personal no cualificado
Las subidas de cotizaciones a la Seguridad Social establecidas en las dos partes de la reforma de las pensiones para incrementar los ingresos del sistema tendrán efectos negativos en el empleo, según ha proyectado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su última opinión sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.
A partir de evidencias de literatura económica, este organismo de control fiscal estima que por cada punto porcentual que se sume al tipo efectivo de las cotizaciones sociales o de los impuestos al trabajo, se produce un impacto negativo en el empleo de una décima transcurrido el primer año desde la subida, lo que equivale en España a «una reducción de unos 6.000 empleos». No obstante, la AIReF detalla en el documento que la reducción de empleo se acentúa conforme van pasando los años desde que se produce la primera subida. De esta manera, en el segundo o en el tercer año se rebajarían en dos décimas los puestos de trabajo, lo equivalente a 33.000 empleos «transcurridos tres años respecto al escenario sin reforma».
Partiendo de estas cifras y teniendo en cuenta solo el incremento de cotizaciones del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que implica una subida de tipos del 0,6% en 2023 hasta llegar al 1,2% en 2029, el resultado se aproximaría a una reducción de 39.600 empleos entre 2023 y 2029, resultado de aplicar la estimación de los 33.000 empleos al 1,2% del MEI, según recomienda la AIReF.
A los efectos del MEI hay que sumar las otras dos medidas de la reforma de pensiones para incrementar ingresos: el destope progresivo de las bases máximas de cotización y una cuota de solidaridad a los sueldos más altos, que también suponen aumentos de los tipos, pero solo para los salarios superiores a 53.946 euros anuales en 2023. Según el organismo presidido por Cristina Herrero, el conjunto de las medidas de subida de las cotizaciones supondrán «un incremento de 2,7 puntos del tipo efectivo» una vez terminen de desplegarse en 2050.
Impacto en trabajos no cualificados y en rentas altas
El impacto de la reforma sobre el empleo será distinto dependiendo de los distintos sectores y puestos de trabajo, siendo más acusada, en general, «si la elasticidad de la oferta de trabajo es mayor», como suele ocurrir con la mano de obra no cualificada. Y también «existe evidencia» que muestra que un aumento de las cotizaciones entre los trabajadores de mayor cualificación «puede reducir los incentivos a la formación o aumentar su movilidad hacia los países de menor imposición», al tiempo que «reduce la atracción de los migrantes más productivos». Lo cual puede terminar «repercutiendo negativamente en la competitividad y el crecimiento potencial de los países».
La AIReF también señala que las «rigideces» en el mercado de trabajo español y «una especialización productiva en sectores intensivos en mano de obra», llevan a esperar que «un incremento de cotizaciones tenga impacto más elevado que en otros países». Pese a esto, desde la institución insisten en que los números en los que finalmente se producirá el ajuste en el empleo requieren de un análisis más profundo, diferenciado por sectores y ajustado a la actualidad del mercado laboral español, ya que presenta gran heterogeneidad.
Por otra parte, la mayor proporción del incremento del gravamen por la reforma de pensiones recaerá sobre las rentas salariales superiores a los 53.946 euros anuales. En concreto, estas rentas pagarán un 65% del coste la reforma, lo que se traduce, según la AIReF en 7.800 millones de euros de impuestos adicionales con los datos del PIB de 2022, debido fundamentalmente al aumento de las bases máximas de cotización. Por su parte, los salarios inferiores a 54.000 euros soportarán el 35% de la reforma, ya que, aunque solo se ven afectados por el MEI, son el grupo más numeroso y en el que se concentran la mayoría de los salarios en España.
El organismo también detalla que, cuando terminen de implementarse las medidas, el tipo efectivo de cotizaciones aumentará en 1,2 puntos para los salarios inferiores a la base máxima de cotización anual como consecuencia del MEI, pero el aumento será de 10 puntos para las rentas de entre 70.000 y 100.000 euros brutos. Así, una renta salarial de 70.000 euros tendrá un incremento de la imposición de 7.500 euros brutos anuales, mientras que si el salario alcanza los 100.000 euros, el aumento de impuestos será de 9.700 euros.
Más subida de cotizaciones si se incumple la regla de gasto
La AIReF recuerda que estas cifras de cotizaciones dependen del cumplimiento o no de la regla de gasto, un mecanismo según el cual se fija un límite del gasto en pensiones del 15% del PIB siempre y cuando los ingresos aprobados desde 2020 tengan un impacto de, al menos, el 1,7% del PIB.
El organismo de control fiscal supervisará esta regla de gasto cada tres años y, en caso de desviación, la norma prevé un mecanismo de corrección que puede traducirse tanto en medidas sobre el gasto como sobre los ingresos. No obstante, en caso de que no se aprobaran las medidas propuestas por el Gobierno, este tendría que subir las cotizaciones sociales del MEI anualmente en dos décimas partes de la desviación hasta cumplir con la regla de gasto.
Más allá de las críticas que hace la AIReF al diseño de esta regla de gasto por «ausencia de coherencia» y «restricciones» en la supervisión independiente que puede hacer el organismo, esta medida puede conllevar más aumentos futuros de las cotizaciones. Un escenario bastante plausible teniendo en cuenta que, según la AIReF, la reforma incrementará el déficit en 1,1 puntos del PIB en 2050 por el elevado incremento del gasto.