Estos pensionistas están de enhorabuena: cobrarán más de 1.000 euros al mes a partir de 2024
El Gobierno liderado por José Luis Escrivá se propone elevar las pensiones por incapacidad permanente al 20% de la renta media y garantizar un incremento significativo en las pensiones mínimas de jubilación para mayores de 65 años
La segunda parte de la reforma de pensiones, liderada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de José Luis Escrivá, traerá consigo un significativo aumento en la cuantía de las pensiones contributivas por incapacidad permanente para el año 2024. El objetivo primordial del Gobierno es que las pensiones por incapacidad permanente alcancen el 20% de la renta media en ese año, marcando un importante hito en el bienestar de los beneficiarios.
Además, esta reforma no se limita únicamente a las pensiones por incapacidad permanente, ya que las pensiones no contributivas de invalidez también experimentarán un incremento. El Gobierno ha decidido tomar como referencia la evolución de la pensión mínima para mayores de 65 años con cónyuge a cargo, con el propósito de alcanzar el 60% de la renta media para un hogar de dos adultos entre 2024 y 2027.
La pensión mínima de jubilación para mayores de 65 años con cónyuge a cargo experimentará un significativo aumento en 2024, según la senda de incremento prevista por el Gobierno. Este incremento, que supera la tasa de inflación, elevará la pensión de 966 euros a 1.032 euros mensuales en 14 pagas, un aumento del 7%. Esta medida se enmarca en un plan a cuatro años que busca garantizar la suficiencia de las pensiones mínimas contributivas.
Según las proyecciones, esta subida se mantendrá en los próximos años, con un incremento del 5,3% en 2025, llegando a 15.227 euros anuales, y otro 4% en 2026, alcanzando los 15.837 euros anuales. La senda prevista culminará en 2027 con una pensión de 16.472 euros anuales (1.176,57 euros al mes), un 22% más alta que en 2023.
Requisito mínimo de años cotizados
Para acceder a una de estas pensiones contributivas, es necesario contar con al menos 15 años cotizados, con un mínimo de dos de ellos anteriores a la solicitud de la pensión. Además, el solicitante debe haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación, que en 2023 es de 66 años y 4 meses para aquellos que han cotizado menos de 37 años y 9 meses.
El cálculo de la pensión se basa en la base reguladora, que se determina dividiendo las bases de cotización del interesado durante los últimos 25 años anteriores al mes en que se causa el derecho a la prestación. A partir de 2024, la reforma de las pensiones permite calcular la pensión utilizando los últimos 29 años, excluyendo los dos años de menor cotización.
A partir de 2024, la reforma de las pensiones permite calcular la pensión utilizando los últimos 29 años
Cómo se calcula la cuantía de la pensión
El porcentaje de la pensión se incrementa a medida que aumenta el número de años cotizados. Partiendo de un 50% con 15 años cotizados, se añade un 0,21% por cada mes adicional hasta los 106 meses. Para los 146 meses restantes, se aplica un 0,19% por mes. Esto significa que, por ejemplo, con 25 años cotizados, se aplicará un porcentaje del 74,92% sobre la base reguladora.
En el caso de trabajadores que hayan cotizado por la base más baja y hayan trabajado el mínimo de años requerido, se les otorgará un complemento a mínimos si su prestación no alcanza la cuantía de la pensión mínima. Esta medida busca asegurar que todas las personas tengan un ingreso mínimo garantizado durante su jubilación.
La revalorización de las pensiones con el Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantendrá en 2024, independientemente de los cambios en el gobierno o de la posibilidad de elecciones, ya que este derecho está reconocido por la Ley General de Seguridad Social en su artículo 58. El IPC se calcula entre noviembre de 2023 y diciembre de 2022 y se espera que cierre en una horquilla de entre el 3,5%, el 4%, y el 4,5%, según la estimación del Gobierno.