La doble faceta de Calviño: debate en Marruecos la reforma de los bancos de desarrollo mientras es candidata al BEI

La vicepresidenta mantendrá este jueves una reunión con el G20 sobre el refuerzo de estas entidades, mientras las negociaciones para hacerse con la presidencia del BEI continúan

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, en Marrakech (Marruecos) EFE/EPA/JALAL MORCHIDI

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La vicepresidenta primera en funciones y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, tendrá que desenvolverse en una doble faceta durante las Asambleas anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que tienen lugar esta semana en Marrakech (Marruecos). Por un lado, la ‘número dos’ del Ejecutivo tendrá que representar a nuestro país en las conversaciones con el resto de potencias. Por otro, como presidenciable del Banco Europeo de Inversiones (BEI) tendrá mucho que decir sobre el papel de estos bancos de desarrollo.

La agenda de la vicepresidenta para este jueves, 12 de octubre, tendrá un hito importante: la primera sesión de trabajo del G20 -en el que España participará como invitado permanente y, a la vez, presidente de turno del Consejo de la Unión Europea- que tratará el fortalecimiento de los bancos multilaterales de desarrollo. A falta de mayor concreción en el contenido de la cita, la vicepresidenta tendrá que postular la postura de nuestro país en el refuerzo de estas entidades destinadas a la inversión para el desarrollo de las regiones, al mismo tiempo que aspira a presidir una de ellas.

La candidatura de Calviño para la presidencia del Banco Europeo de Inversiones, el brazo inversor de la Unión Europea, se sigue cocinando a fuego lento. Su principal rival es la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, pero España se habría asegurado ya el apoyo de los tres principales accionistas de la entidad, Francia, Alemania e Italia.

Calviño, pendiente de Bélgica

Para presidir el banco público de la UE hace falta el apoyo de al menos 18 de los 27 Estados miembros, que son los accionistas de la entidad, que representen al menos un 68% de su capital, lo que en la práctica significa que para decantar la balanza hace falta el ‘sí’ de al menos dos de los grandes socios.

El reglamento del BEI solo apunta que el Consejo de Gobernadores elegirá al Comité de Gestión del Banco, con un presidente y ocho vicepresidentes que manejan el día a día de la entidad, por un mandato renovable de seis años. No apunta, eso sí, cómo ha de establecerse ese mecanismo de elección, una gestión que compete en exclusiva al ministro que dirija en ese momento las reuniones.

Con todo, es el ministro de Finanzas belga, Vincent Van Peteghem, como presidente de turno del Consejo de Gobernadores del banco, quien lidera el procedimiento de elección del sustituto de Werner Hoyer, que dejará el puesto de presidente del BEI el próximo 31 de diciembre. Según informaron fuentes del departamento a ECONOMÍA DIGITAL, esta decisión se tomará «más pronto que tarde», por lo que la meta volante podría ser la reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) de la semana que viene, aunque el punto no está incorporado al Orden del día.

Una candidatura sin casi obstáculos

El mayor obstáculo para la candidatura de Calviño -más allá de Vestager, que se presentó en el Ecofin informal de Santiago de Compostela para hacer campaña- ya está despejado. El Parlamento Europeo dio el visto bueno al nombramiento de la alemana Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank, para ser la jefa de supervisión del Banco Central Europeo. A esta posición aspiraba también la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, pero la entrada de Calviño en la carrera por el BEI hizo descarrilar su elección.

Durante los encuentros de Marrakech, ya el viernes 13, la vicepresidenta Calviño también se reunirá con la presidenta de la otra gran institución de desarrollo económico de la Unión Europea: el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), que dirige Odile Renaud-Basso. Este banco fue fundado tras la caída del Muro de Berlín para permitir la transición de las antiguas economías comunistas hacia modelos de economía de mercado y de él forman parte 71 estados, así como la Unión Europea y el propio BEI que la ministra de Economía aspira a dirigir.

La vicepresidenta, finalmente, escenificará el final de su mandato de dos años al frente del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), principal órgano asesor del FMI, que integra a ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de todo el mundo. La puesta en escena será una rueda de prensa junto a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, para clausurar las Asambleas Anuales. Un broche de oro a la espera de saber si es escogida presidenta del banco con sede en Luxemburgo o no.

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