Incapacidad permanente: buenas noticias para quien solicite una baja
Te contamos cuáles son los nuevos derechos que se establecen en la nueva Ley de Empleo
La pensión por incapacidad permanente es una prestación económica que la Seguridad Social reconoce a un trabajador si, tras un tratamiento prescrito por enfermedad o accidente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, que le impiden desarrollar de forma óptima su trabajo.
Las pensiones dependen del Tribunal Médico o la Administración y el 53,47% de las solicitudes se deniegan. Las personas incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social pueden beneficiarse de una pensión por incapacidad permanente, y la cantidad varía según el grado de incapacidad, con un mínimo de 905 euros y un máximo de 3.059 euros al mes en 2023.
El proceso para solicitar una pensión por incapacidad permanente incluye la apertura de un expediente y una evaluación médica por parte de un tribunal de especialistas. La decisión final es tomada por la administración y puede ser objeto de recurso si es denegada (revisión de la incapacidad declarada, reconocimiento de la pensión de jubilación, fallecimiento del pensionista).
Las personas incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social pueden beneficiarse de una pensión por incapacidad permanente en diferentes grados, como parcial, total, absoluta o gran invalidez, dependiendo de la reducción en su capacidad laboral.
Novedades de la incapacidad permanente
La nueva Ley de Empleo establece nuevos derechos para las personas con discapacidad. Una de las principales novedades es que todas las personas que cobren una pensión por incapacidad permanente tendrán reconocida una discapacidad de al menos el 33%.
La ley también establece que los servicios de empleo deberán contar con personal capacitado para atender a las personas con discapacidad y herramientas digitales de formación para su inclusión laboral.