El Gobierno se ahorra una factura millonaria de las ayudas al gas por el fiasco del ‘Plan +SE’

Se han gastado menos de 400 M€ para las comercializadoras TUR frente a los 3.000 M€ que se habrían presupuestado para el conjunto del plan

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Un invierno más cálido de lo normal y la pereza de los consumidores por no cambiarse de tarifa han supuesto un ahorro millonario al Gobierno de Pedro Sánchez en ayudas al gas natural doméstico. Así se desprende del balance definitivo que ha realizado el Ejecutivo, una vez que ha acabado la temporada de frío, y ya parece que los ciudadanos no se preocuparán por su factura de gas hasta que vuelvan a bajar las temperaturas.

En concreto, el pasado mes de octubre (2022) el Ministerio para la Transición Ecológica anunció el ‘Plan +SE‘ con 73 medidas que, entre otros muchos objetivos, tenía la misión de reducir el impacto económico en los consumidores de gas. Se habían presupuestado 3.000 M€ para cumplir una serie de hitos energéticas ante la llegada del frío y, como gran punto de partida, estaba una reformulación de la tarifa regulada (TUR) para los usuarios residenciales, con límites al aumento de precios hasta finales de 2023; así como una nueva tarifa para comunidades de vecinos.

Finalmente, y pese a que el Gobierno insiste en que el balance es «positivo», la realidad es algo distinta. Una situación que suscita una paradoja. Y es que, hasta el final de la temporada de frío, el Ejecutivo ha gastado menos de 400 M€ en compensar a las empresas gasistas por la tarifa regulada. Un coste público en este tipo de mercado. Es decir, debido a la escasa demanda que ha habido de las comunidades de vecinos para pasarse a las TUR 4, el coste ha sido mínimo. Por lo tanto, menos gasto en ayudas.

Algo similar sucede a las TUR residenciales. Y es que, pese a que en estos momentos el Gobierno presume de que haya más de 2,5 millones de hogares con la tarifa barata del gas, según ha podido constatar ECONOMÍA DIGITAL en diversas empresas del sector, esta cifra se queda por debajo de las expectativas he generadas. Tanto es así, que las posteriores medidas para facilitar los trámites a los consumidores de cambio de compañía se han quedado casi inutilizas.

En España hay casi unos 8 millones de suministros de gas natural. Esto hace referencia a hogares y pequeñas empresas. En estos momentos, hay cerca de 5,5 millones de personas que todavía siguen pagando la tarifa cara (libre mercado); mientras que unos 2,5 millones de usuarios están en el mercado regulado. 

Supuestamente, desde que en agosto de 2022 saltaron las alarmas sobre que se esperaba un invierno muy duro, con precios altos, se han pasado de una tarifa a otra unos 800.000 consumidores. Sobre estos datos brutos, ese movimiento apenas refleja un 10% de usuarios. Por lo tanto, el éxito ha sido muy relativo aunque, por el lado positivo, el ‘Plan +SE’ no ha tenido que apurar ninguna cifra cercana a los 3.000 M€.

Qué ha pasado con la tarifa barata

Las explicaciones, según ha recabado ECONOMÍA DIGITAL con fuentes del sector, no son definitivas ni concluyentes. Más bien son un mix de situaciones que terminan por arrojar luz a la situación. 

Entre esas múltiples cuestiones, por ejemplo, es que el recibo del gas -cuando no está asociado a la luz- se emite cada dos meses. Esto implica que el impacto real sobre la factura la hayan podido observar muchos usuarios una vez que han pasado los meses más fríos de noviembre y diciembre.

Luego, incluso al descubrir los precios, los expertos señalan el factor ‘pereza’. Hay un volumen importante de clientes que, salvo que sea alarmante, prefieren no llevar a cabo trámites administrativos. Asimismo, se suma el ‘desconocimiento’ como otro elemento clave. Las tarifas móviles, por ejemplo, son sencillas puesto que las variables son limitadas. Sin embargo, en la energía, está el consumo, la potencia, así como los múltiples impuestos que complican las ecuaciones.

Por último, también ha influido un invierno relativamente agradable en cuanto a temperatura. Algo que ha podido generar cierta sensación de falta de preocupación a la hora de consumir gas, puesto que no era totalmente necesario.

«Balance positivo»

Por su parte, el Gobierno mantiene que el balance es «positivo». Así lo ha manifestado este lunes la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en el balances mensual del ‘Plan +SE’. Preguntada por la baja cifra de las comunidades de vecinos, asegura que desconoce las razones. Se limita a responder que el Ejecutivo ha hecho su trabajo para poner medidas sobre la mesa.

Asimismo, ha confesado que al principio hubo problemas. Algo que las propias comercializadoras de gas nunca desmintieron pero que, de manera rápida y solvente, consiguieron enmendar. De hecho, fuentes del sector aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que, una vez dispuestas todas las medidas para facilitar el traspaso de clientes a las tarifas baratas, la realidad es que ha sido más moderado de lo que cabía esperar. Una muestra más de que, finalmente, no se ha conseguido el objetivo.

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