Los mejores trucos para echar a inquilinos que no pagan el alquiler
Ante un inquilino moroso hay estrategias para que abandone la propiedad y se puedan cobrar las rentas atrasadas
El fenómeno de la inquiokupación no es nuevo, pero sí ha cobrado relevancia estos meses cuando se conocen más y más casos de inquilinos morosos que, a pesar de tener recursos económicos para pagar el alquiler, deciden dejar de hacerlo para aprovechar las lagunas legales del arrendamiento.
Aunque la ley da la razón al propietario que deja de recibir el pago de la renta, el proceso judicial para expulsarlo de la vivienda puede demorar entre ocho meses y un año.
De hecho, según el artículo 27 de la Ley de Arrendamiento Urbano con solo un mes de impago ya se puede iniciar el proceso para dar de baja al contrato, aunque echar al inquilino no es tan fácil.
Los mejores trucos para echar a inquilinos morosos
Para evitar malos entendidos y que la situación sea más tensa, se pueden aplicar estos trucos, según sugiere Idealista.
El primero de ellos es fomentar el diálogo y comunicar la decisión de dar de baja el contrato, pero en caso de no tener respuestas, para tener un resguardo legal se sugiere enviar un burofax por si hay que avanzar en una futura demanda.
En caso que el inquilino no acepte dejar el piso por impago el primer paso es enviar un burofax para tener un resguardo legal
En el burofax hay que precisar cuánto debe no solo de la renta sino también de otros conceptos como servicios públicos; y dejar un margen de tolerancia para resolver las deudas.
Negociar la deuda
En caso que el inquilino no quiera (o no pueda) pagar la renta una opción es negociar un plan de pagos, quizás con alguna quita; donde es mejor cobrar una parte de la deuda que quedarse con las manos vacías y forzar un desahucio.
Demanda por impago
En caso de no prosperar ninguna de las otras iniciativas el paso siguiente sería iniciar una demanda, donde el propietario tiene que estar asesorado por un abogado experto.
Ante esto puede suceder que el inquilino abandone la vivienda, que se ofrezca a pagar las deudas, o que rechace la demanda.
Si se llega a ese punto, se irá a juicio.
El juicio
Si no queda otra que dirimir el conflicto ante los tribunales es posible que el propietario recupere su vivienda pero que no pueda cobrar las rentas sin pagar, ya que en estas situaciones el inquilino se suele declarar moroso.
Si el propietario gana el juicio se establece una fecha para el desahucio, pero por más que vuelva a tener la propiedad bajo su control, puede seguir adelante con una demanda ejecutiva para cobrar la deuda, buscando el embargo de bienes o de la nómina del moroso hasta saldar los impagos.
Qué no se debe hacer para echar a un inquilino
Eso sí: para evitar que el conflicto con un inquilino moroso se agrave, hay que evitar conductas que solo traerán problemas.
Por ejemplo, según sugiere Idealista, no hay que cambiar la cerradura, ni cortar los suministros de luz, agua o gas. Tampoco se debe dejar la casa inhabitable a propósito ni mucho menos amenazar o agredir al arrendatario.