Sánchez lanza un mensaje al PP desde Davos sobre los pactos con la ultraderecha

Con los ojos de las élites globales puestos sobre él, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su intervención en el Foro de Davos para arremeter contra el Partido Popular. En una clara alusión al pacto entre el PP y Vox en Castilla y León, que en los últimos días ha acaparado gran parte de los titulares por el polémico plan antiaborto propuesto por los de Santiago Abascal, el líder del Ejecutivo ha hecho un llamamiento a evitar que la ultraderecha llegue a las instituciones y destruya desde su interior la Unión Europea (UE).

Y es que, según ha indicado, se trata de una «amenaza muy real», puesto que estas formaciones cuentan con el respaldo de partidos conservadores que les abren las puertas de los gobiernos. Si bien no ha hecho una mención explícita, las palabras de Sánchez llegan en plena polémica por las medidas antiaborto planteadas por Vox, sobre las que el Gobierno ya ha denunciado que vulneran la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

En concreto, las medidas «provida» anunciadas por el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, pasan por un refuerzo de la atención psicológica a las madres embarazadas, pero también por un protocolo que permita a los padres la escucha del latido fetal y ofrecer una ecografía 4D. De manera que estas nuevas medidas complementarían las tres convencionales contempladas actualmente, así como la protección a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios.

Luchar contra las «semillas podridas» de Putin

También se ha referido Sánchez durante su discurso al presidente ruso, Vladímir Putin, del que ha dicho que tiene «muchos aliados en Europa que ahora ocultan sus simpatías, pero hace apenas un año le visitaban y elogiaban sus formas». Así, ha subrayado que el «autócrata ruso no está solo en su aspiración reaccionaria de fracturar el mundo y hacer retroceder el reloj». Por ello, ha hecho hincapié en la importancia del multilateralismo y ha emplazado a la comunidad internacional a luchar contra las «semillas podridas que Putin ha plantado en nuestros propios países».

Con todo, Sánchez ha instado a luchar contra estas «con la misma determinación que los los ucranianos luchan contra los invasores rusos», si bien después ha matizado que ello debe hacerse «con distintas armas», concretamente, con la «democracia, la transparencia y políticas eficientes». Y ha zanjado: «Es hora de cumplir».

Sánchez saca pecho de la resiliencia económica española

«Parece que el año 2023 no será un buen año para la economía mundial», ha vaticinado el presidente del Gobierno, quien ha augurado que estará profundamente marcado por la «incertidumbre causada por la guerra», pero también por «la inflación y el estancamiento de algunos de sus países más grandes». En esta línea, ha dejado bien claro que si bien España «sufrirá inevitablemente algunos de los efectos de este contexto, también está mostrando signos magníficos de resiliencia y fuerza».

Entonces, Sánchez ha aprovechado para sacar pecho de la situación del país. «España tiene el mayor nivel de empleo de su historia, continúa creciendo por encima de la media de la eurozona y registra la menor tasa de inflación de la UE», ha asegurado. Así, ha destacado que todas las organizaciones internacionales coinciden en que será una de las economías occidentales que «navegará mejor este periodo de incertidumbre y ralentización económica».

El líder del Ejecutivo también ha puesto en valor la atracción por parte del país de proyectos de inversión de 30.000 millones de euros el año pasado. Una cifra, que según ha indicado, supone un «récord histórico» y pone de manifiesto que España se ha convertido en un «foco de interés» para los inversores. También ha apuntado que distintas multinacionales ya están invirtiendo en proyectos en el país con características muy diversas, que van desde la puesta en marcha de gigafactorías hasta el impulso de centro de datos, por ejemplo.