El Grupo Wagner detiene su golpe contra Putin y vuelve a Ucrania

El líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, frena el avance de sus columnas militares para "evitar un derramamiento de sangre rusa"

El presidente de Rusia, Vladimir Putin. EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL MANDATORY CREDIT

El presidente de Rusia, Vladimir Putin. EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

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El líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, ha detenido el avance de sus tropas hacia Moscú, según ha dado a conocer, para «evitar un derramamiento de sangre rusa». La decisión Prigozhin llega tras la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.

Tras asegurar que durante su marcha hacia la capital rusa no han «derramado ni una sola gota de sangre» de sus combatientes, ha aseverado en un mensaje de audio difundido por Telegram que «ahora ha llegado el momento en que se podría derramar sangre rusa». Por ello, ha optado por «dar marcha atrás» y regresar a los campamentos.

Putin alerta sobre un «castigo inevitable»

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, había calificado la entrada del líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, en la ciudad rusa de Rostov de «traición». Cabe destacar que se trata de un enclave estratégico, puesto que la localidad, es la sede del mando sur del Ejército ruso.

Según expresó el mandatario, el movimiento que emprendido por Prigozhin no solo suponía un acto de rebeldía, sino que también se consideraba una «puñalada por la espalda» tanto a las ropas como al pueblo de Rusia, tal y como aseveró a lo largo de un discurso dirigido a la ciudadanía del país.

Tras tomar un breve momento para reconocer la labor de la organización de mercenarios en la guerra entre Rusia y Ucrania, se refirió a la entrada de Wagner en Rostov como un «motín interno». «Es un golpe contra nuestra nación, nuestra gente», afirmó para luego alertar que las acciones que acometa el país para «defender a la patria de tal amenaza serán brutales«.

Policías rusos bloquean el acceso al edificio del Centro Wagner en San Petesburgo. EFE/EPA/ANATOLY MALTSEV
Policías rusos bloquean el acceso al edificio del Centro Wagner en San Petesburgo. EFE/EPA/ANATOLY MALTSEV

En este punto, prosiguió con otra advertencia: «Quien haya seguido conscientemente el camino de la traición, que haya preparado el motín armado, haya seguido el camino del chantaje y las acciones terroristas, recibirá un castigo inevitable«.

«Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro Estado como nación, representa un golpe para Rusia, para nuestro pueblo y para las acciones que estamos emprendiendo para proteger a nuestra patria», dejó bien claro a lo largo de su parlamento.

El líder de Wagner se niega a obedecer órdenes

Por su parte, el jefe del grupo de mercenarios Wagner respondió a las acusaciones y amenazas del presidente ruso aduciendo que no son traidores, sino «patriotas». «Nosotros somos los patriotas y quienes se resisten a nosotros son quienes se han juntado con los canallas», destacó.

También hizo hincapié en que no obedecerán las órdenes ni del presidente ni de otros organismos oficiales. «Todos los combatientes del grupo Wagner hemos luchado y seguiremos luchando «, enfatizó para luego advertir que ninguno de ellos iba a «plegarse» ante las demandas del presidente del Servicio Federal de Seguridad (FSB).

Entrada de Wagner en Rusia

«Si alguien se interpone en nuestro camino, destruiremos a todos«, alertó Progozhin en un mensaje publicado en Telegram tras cruzar la frontera rusa y entrar en la ciudad de Rostov la madrugada del viernes.

La operación comenzó después de que la organización de mercenarios denunciase en su canal de Telegram el que se había lanzado un ataque con misiles contra algunos de sus campos de entrenamiento por parte de «militares del Ministerio de Defensa ruso» que habían dejado «muchas víctimas».

El presidente ruso, Vladimir Putin, habla durante una reunión con graduados de las instituciones militares de educación superior del país en el Kremlin en Moscú. EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL
El presidente ruso, Vladimir Putin, habla durante una reunión con graduados de las instituciones militares de educación superior del país en el Kremlin en Moscú. EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL

«No queremos que el país siga viviendo en la corrupción, la burocracia y la mentira», adujo Progozhin como otro de los motivos que han llevado a la organización de mercenarios a emprender esta operación, a la vez que lamentó el «saqueo» de los recursos destinados a Wagner.

El Kremlin asegura que Putin sigue en Moscú

Las columnas del grupo de mercenarios Wagner habían avanzado hasta la zona de Lípetsk, que se encuentra a tan solo 360 km de la capital del país, que se encuentra en estado de alerta tras la rebelión del líder de Wagner, según aseveró el gobernador de la región, Igor Artamónov, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Con el objetivo de tratar de frenar el avance del grupo de mercenarios, las autoridades rusas comunicaron que estaban utilizando excavadoras para cavar zanjas en las principales autopistas de esta zona. Por su parte, el alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, ante la «difícil situación», optó por declarar festivo el próximo lunes y emplazó a la población a evitar todos los desplazamientos que sean posibles.

Después de que el asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashenko, publicase en su cuenta de Twitter el supuesto trayecto de uno de los aviones presidenciales de Putin desde Moscú hasta San Petesburgo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, tuvo que salir al paso y desmentir que el mandatario se haya marchado de la capital rusa.

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