El PP cree que Feijóo podrá gobernar en solitario con el apoyo de los nacionalistas
Los populares cifran su suelo electoral en un 34% a tenor de las últimas encuestas, una posición de fuerza para que Feijóo deje a Vox fuera si gana
Las sonrisas proliferan en la calle Génova, 13, sede nacional del Partido Popular, durante esta semana. Los populares se saben con el viento de cara y se sienten muy cómodos en la posición que les ha brindado la bronca entre el Gobierno al calor del 8-M y la reforma de la ley del sólo sí es sí: ser ese partido que sí está para lo que se necesita, para arreglar desaguisados, para dar imagen institucional y solventar problemas. Pero no es el único motivo.
El PP viene con buenas sensaciones tras la publicación de las últimas encuestas del domingo pasado para acá. Las casas de demoscopia han mostrado una fotografía que les deja en una posición soñada: rozando el 34% de los votos y con 150 escaños. Además, aseguran a Economía Digital desde la dirección del partido, los trasvases de votos de sus partidos a izquierda y derecha -PSOE y Vox, respectivamente- van en aumento. «La moción de censura penaliza electoralmente a Vox y por tanto está bastante consolidado que la alternativa pasa por PP, sin modelo complementario de Abascal. O Feijóo o Sánchez, no hay más, y el electorado de derechas busca la opción más solvente«, explican desde el entorno del presidente popular.
Además, el equipo de trabajo más cercano a Alberto Núñez Feijóo detecta un tercer bloque a la hora de poder alcanzar la Moncloa tras las elecciones de diciembre, más allá de los obvios de izquierda y derecha: los nacionalistas. «A la izquierda la superamos ampliamente, y a los nacionalistas estamos a no tanto de superarles también. ¿El PP con 150 escaños puede gobernar en solitario? Pensamos que sí, con esa perspectiva electoral«, señala una fuente de la dirección.
Quién investirá a Feijóo
Ese es el escenario soñado, ahora mismo. El balón, claramente, no estará en manos de los votantes en exclusiva, sino también de formaciones históricas como el PNV, con quien Feijóo se ha esmerado en recuperar antiguos lazos congelados tras la moción de censura. Además, en las últimas semanas ha hecho algún otro guiño, como apoyar la renovación del cupo vasco.
«Con el PNV hay una diferencia ideológica muy potente, pero no es imposible que ningún partido vote a Feijóo», razona un miembro de la dirección popular, «porque hay partidos que, llegados el caso, tendrán que decidir cómo gobierna Feijóo». Esto es, según la lógica del PP, invertir el modelo de Castilla y León: «Lo que el PSOE no ha hecho con Mañueco igual lo hacen los partidos periféricos a nivel nacional», guiñan.
De momento, el equipo de campaña de Génova sitúa la distancia de escaños entre PSOE y PP en la horquilla de 41-44, estando, claro, el líder del PP por encima. «Feijóo tendrá más diputados que los partidos del Consejo de Ministros, más ERC, más Junts, más Más País. Con eso tenemos más escaños que la mayoría que tendrá Pedro Sánchez, con los que tiene adscritos actualmente», argumentan.
Mayo, «examen potente»; diciembre, «cambio de ciclo»
Aunque antes hay un trampolín que hay que saber utilizar. Fuentes del PP sitúan las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo como un «examen potente» para teñir de azul el mapa. Eso sí, sitúan «el cambio de ciclo» en diciembre.
«Estamos acrecentando la trasferencia de voto en las dos direcciones, superamos del PSOE el 11% de hace un mes, subimos dos décimas de voto por mes, y tenemos el objetivo claro: que un millón de personas que eligieron a Sánchez en 2019, vayan a Feijóo en 2023», sitúan las fuentes, y además, recuerdan desde la dirección nacional de los populares, «en 2016 ya pasó que después de las municipales de 2015, ampliamos de 2 a 7 puntos la diferencia con el PSOE«.