Feijóo propondrá que gobierne el más votado en las CCAA tras el 28-M
Fuentes de la dirección popular consideran que esos comicios "tienen más importancia para la vertebración del partido y sus liderazgos"
El pistoletazo de salida a la campaña electoral es cuestión de horas y las agendas en el Partido Popular están copadas hasta la bandera. Las elecciones municipales y autonómicas del 28-M van a tener un impacto directo en la imagen que el PP tendrá de sí mismo sobre su capacidad ganadora para acabar en la Moncloa.
Fuentes de la dirección popular consideran que esos comicios «tienen más importancia para la vertebración del partido y sus liderazgos». «No hemos valorado si habrá una estrategia global o territorial sobre pactos postelectorales», indican, a la espera de los resultados de las urnas. Pero lo cierto es que la prioridad fijada es ganar y robar plazas simbólicas al PSOE.
Y aunque Feijóo defiende la necesidad de que gobierne la lista más votada, y, de hecho, es un gesto que hará al PSOE en la noche electoral en el marco de las comunidades autónomas, lo cierto es que sus cuadros esperan pactos. Muy medidos, quirúrgicos, para no dar la imagen de que se someten a Vox.
Rajoy y Aznar ayudarán
Así, Feijóo protagonizará medio centenar de actos y echará el resto en Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, donde el partido se volcará. Para presumir de unión también los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy tendrán caravanas electorales.
El PP solo pone a examen dos gobiernos autonómicos, los de la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia. Cuentan con revalidar e Isabel Díaz Ayuso y Fernando López Miras rozan el objetivo de la mayoría absoluta. En el resto del país, Feijóo ha pedido victorias. Aunque en un contexto de bloques empatados, ganar no implica gobernar y la dirección del PP lo tiene muy presente.
La Rioja, arrebatada al PSOE
Los populares dan por segura la victoria en la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares o incluso en Cantabria, pero sin que vencer le garantice gobiernos. Solo consideran ya ganado el de La Rioja. Más improbable es quedar en cabeza en Castilla-La Mancha y Extremadura, donde sin ganar sí se podría gobernar, un escenario que dependería de un pacto con Vox.
En general, en el PP hay optimismo aunque guardan cautela, sobre todo en público. La apuesta principal es la Comunidad Valenciana, una plaza simbólica para el PP desde los tiempos de Aznar, que ahora está manos de la izquierda gracias al pacto del Botànic de Ximo Puig, que el PP compara con la coalición de Gobierno de Pedro Sánchez.