Las elecciones en julio no son por la economía: los expertos descartan malos datos en otoño

Las cifras de PIB o inflación están siendo mejor de las previstas para este año e incitan al optimismo de cara a cierre de año

Goldman Sachs enciende las alarmas: el adelanto electoral pone en riesgo 11.000 millones de ayuda de Bruselas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante una rueda de prensa celebrada este lunes en la Moncloa, Madrid, donde ha anunciado el adelanto de las elecciones generales al domingo 23 de julio ante el mal resultado electoral del PSOE de ayer y ha dicho que es hora de que los ciudadanos «tomen la palabra». EFE/Moncloa / Pool / Borja Puig de la Bellacasa SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

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El adelanto de las elecciones de Pedro Sánchez no responde a un posible enfriamiento de la economía en la segunda mitad de año que pueda restar posibilidades a su candidatura. Al menos, el argumento económico no es lo que más ha pesado en La Moncloa a la hora de anunciar, por sorpresa, la disolución de las Cortes y las urnas el 23 de julio.

«A priori, con la información que tenemos a día de hoy, no parece que el escenario vaya a cambiar mucho», detalla el subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz, en conversación con Economía Digital. El experto sostiene que, de hecho, la situación podría ser incluso mejor a finales de año, con una inflación más controlada, aunque teniendo en cuenta la volatilidad que implica un escenario de guerra a las puertas de Europa. «Desde el punto de vista económico, de la política monetaria, podría ocurrir que el Banco Central Europeo anunciara que los tipos de interés van a bajar, lo que supondría un cambio de tono que va a animar la economía», defiende.

El año 2022 cerró con un crecimiento económico más robusto de lo previsto, un 5,5%, a pesar de todos los condicionantes en contra que enfrentó nuestro país. Desde repuntes de la pandemia de COVID-19 a principios de año hasta la crisis energética e inflacionista provocada por la invasión rusa de Ucrania. Los precios despuntaron hasta niveles no vistos desde los años 80, haciendo un severo roto al bolsillo de hogares y empresas, desde la factura de la luz hasta la cesta de la compra.

Y, sin embargo, y pese a la ralentización experimentada a finales de año, el producto interior bruto (PIB) de nuestro país creció un robusto 0,5% en el primer trimestre y la inflación -el INE dará a conocer el dato este martes- empieza a remitir hasta niveles más aceptables. Las últimas revisiones del crecimiento indican que podría alcanzar un 2% a cierre de año.

El hito de los 21 millones de afiliados

La ventaja de la que podría disfrutar el Gobierno que preside Sánchez, con la vicepresidenta Yolanda Díaz al frente del Ministerio de Trabajo y Economía Social, es la estacionalidad propia de la economía en verano. Esto es, más empleo y más consumo y actividad turística, gracias a las vacaciones y el empuje de la temporada turístico. Según Adecco, en el verano se podría alcanzar el hito histórico para el mercado laboral de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social.

Pero, incluso en este escenario, el dato importante -destaca el catedrático de Fundamentos de Análisis Económico-, que es el de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre, no saldría hasta octubre, más cercano a la fecha natural de las elecciones.

La temporada turística va a ser clave para el crecimiento de este año, defiende el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, pero eso no parece estar detrás de la decisión de Sánchez de poner las urnas en julio. «Los datos económicos aparentemente son mejores de lo que podíamos esperar: la subida de las previsiones de crecimiento por parte de la UE; el comportamiento de las cuentas públicas, aunque hemos reducido los ingresos exuberantes por la inflación…», analiza en conversación con este medio.

Presupuestos para 2024

A su juicio, un argumento económico relevante para adelantar las elecciones es la posibilidad de, pisando el acelerador legislativo, avanzar con la elaboración de unas Cuentas públicas de cara a 2024, algo con lo que no se contaba con el actual calendario electoral.

Para Pich, la oportunidad perdida del Ejecutivo y, lo que se suponía que iba a ser una baza electoral para el Ejecutivo, es la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, prevista para el segundo semestre y que podría comenzar liderada por Sánchez y terminar con el jefe de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, al frente del Ejecutivo.

Entre otros asuntos, los Veintisiete han de decidir sobre la reforma del mercado energético europeo y, además, la modificación de las conocidas como reglas fiscales, que fueron desactivadas durante la pandemia y que establecen medidas para controlar el déficit y el crecimiento de la deuda pública. Ambos temas centrales para los intereses de nuestro país.

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