Colau se enfrenta a acciones legales por la suspensión de las relaciones con Israel
Acción y Comunicación sobre Medio Oriente (ACOM) denuncia la "discriminación antisemita" de la alcaldesa de Barcelona y lamenta que convierta la capital catalana en "la máxima expresión del sectarismo"
El anuncio por parte de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, referente a la ruptura de relaciones de forma temporal con Israel ya ha provocado las primeras consecuencias. Acción y Comunicación sobre Medio Oriente (ACOM) ha dejado bien claro que emprenderá acciones legales contra la primera edil y el consistorio de la ciudad condal por «discriminación antisemita». A través de un comunicado, la asociación ha lamentado que Colau lleve a la capital catalana «a la máxima expresión del sectarismo y la discriminación».
«Abusa de su puesto y, extralimitándose en sus competencias, hace uso de las instituciones para avanzar su agenda de odio y su obsesión enfermiza contra los judíos y su estado», ha criticado ACOM en una clara alusión a Colau. Asimismo, han puesto de manifiesto que la suspensión en las relaciones con el país evidencia «su deriva» y «lleva a Barcelona a la máxima expresión del sectarismo y la discriminación, convirtiéndose en la ciudad más abiertamente antisemita de Europa».
En esta línea, ha aseverado que «afecta gravemente el bienestar de los judíos españoles y los nacionales israelíes en esa ciudad y culmina actividades e iniciativas hostiles llevadas a cabo por partidos de la izquierda y el separatismo catalán en los últimos años». Y ha sentenciado: «Colau y sus cómplices tienen un problema que se llama antisemitismo».
Suspensión temporal de las relaciones con Israel
La alcaldesa de Barcelona decretó este miércoles la «suspensión temporal» de las relaciones con Israel, pero también con todas las instituciones, una decisión que también afecta al hermanamiento de la ciudad condal con Tel Aviv. Así, lo expresó mediante una carta remitida al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
«Hay que hacer un gesto contundente para invitar a trabajar por la paz», aseveró Colau en la recepción a las entidades impulsoras de la iniciativa ciudadana de apoyo al pueblo palestino ‘Barcelona amb l’Apartheid NO, Barcelona amb els Drets Humans, SÍ’ durante la cual se produjo el anuncio.
A juicio de la alcaldesa, «las décadas de vulneraciones sistemáticas de los derechos humanos, la ocupación y la colonización ilegal de territorios palestinos en contra de todos los dictámenes de las Naciones Unidas», justifican la decisión tomada por el consistorio barcelonés.
«Hay que romper este silencio, hay que romper esta normalización de una cosa que no es normal», insistió. Sin embargo, quiso enfatizar que no se trata «en ningún caso» de una «discriminación contra la población judía», sino una «crítica a un gobierno».
Una decisión «penosa» y «lamentable»
Una de las primeras voces en pronunciarse en contra fue la del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Lior Haiat. «La declaración de la alcaldesa de Barcelona sobre la suspensión de las relaciones con el Estado de Israel y con la ciudad de Tel Aviv es una decisión lamentable», subrayó en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter para luego insistir en que se trata de una decisión «totalmente en contra de la opinión de la mayoría de los ciudadanos de Barcelona y sus representantes en el Ayuntamiento».
En esta línea, hizo hincapié en que el anuncio de la alcaldesa es un «refuerzo para extremistas, grupos terroristas y antisemitas», además de que está «en contra de los intereses de los ciudadanos de Barcelona». «Hace muchos años que la amistad entre Israel y Barcelona está basada en una cultura y unos valores compartidos», destacó para luego zanjar: «esta penosa decisión no conseguirá estropear esta amistad».
También mostró su rechazo la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), quien acusó a Colau de «antisemitismo sofisticado». «Vemos con suma preocupación cómo solo a una única ciudad, a un único país del mundo se le cuestiona sus acciones y su legitimidad», destacó en un comunicado.
Después de recordar que Israel es «el único país judío del mundo». «Por eso, a nuestro entender, esta decisión no tiene que ver ni con la política ni con los derechos humanos ni con la paz», manifestó antes de asegurar: «Esto tiene un nombre y se llama antisemitismo sofisticado». Con todo, hizo un llamamiento a trabajar por la convivencia y la erradicación del antisemitismo «en cualquiera de las formas en que se manifieste».