Ayuso confronta con el separatismo y pide unidad: «En Madrid no hay charnegos ni forasteros»
En línea con su mensaje electoral, Ayuso ha imaginado como "perfectamente posible la escena de compartir una caña con nuestros antepasados"
Aunque la polémica se cernía sobre el acto institucional del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, por el choque entre el gobierno regional con Moncloa a raíz de la asistencia y asignación de sitio del ministro de Presidencia y Memoria Democrática, Félix Bolaños, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha reclamado en su discurso institucional «unidad» entre españoles y entre los ciudadanos de todo el país, con el ejemplo de Madrid. «Quizá no lo estemos haciendo tan mal cuando, pasan los años, y en Madrid sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros«, ha alegado.
En marcada clave electoral y ensalzando la identidad madrileña, pero con un mensaje claramente nacional, la presidenta Ayuso ha recordado en su alocución que decía Salvador de Madariaga que «los dos males que atormentan a España eran ‘el separatismo y la dictadura’. Y recomendaba: ‘Pensemos siempre todos los españoles en la importancia primordial de considerar las cosas nuestras con esa mirada de conjunto que incluya siempre a un lado y su contrario y que se proponga no la lucha sino el diagnóstico y la cura’. Y concluía: ‘Esta labor necesita paz, continuidad, libertad, y respeto por las instituciones'».
De hecho, Isabel Díaz Ayuso ha sacado pecho por el rol de Madrid. «Ahora somos motor de España, pero había quien no creía en nosotros como Comunidad autónoma. Se les olvidaba que llevábamos siglos siendo de todos para no ser de nadie», ha guiñado. También ha reivindicado el papel de la región: “Ninguna nación pondría en peligro un patrimonio semejante: estos mil años de cultura en español, y estos cinco siglos de capitalidad, que está más viva que nunca”.
Madrid, cuna de «héroes» y de cañas
Díaz Ayuso ha señalado, en este sentido, la “inmensa responsabilidad” que tiene Madrid “porque lo que pase aquí resonará en toda España”. “¿Estaremos los madrileños de hoy a la altura del patrimonio que heredamos, de las generaciones que vendrán? Ilusión no nos falta. Ni trabajo”, se ha preguntado la presidenta.
También ha mencionado el momento en que salieron “tantos con las palmas blancas a gritarle a los terroristas de ETA” que no les tenían miedo cuando asesinaron a Tomás y Valiente o a Miguel Ángel Blanco. O cómo todo el mundo se volcó en las primeras horas con las víctimas del salvaje atentado del 11M, o en los largos meses de la pandemia. “Madrid es cuna de héroes”, ha subrayado.
«Siempre hemos estado abiertos al mestizaje y por eso, en todos estos siglos, hemos crecido sin perder quiénes éramos. Un español sigue siendo reconocible en cualquier parte, como lo es el estilo de la vida madrileña«, en línea con sus mensajes electorales, de las pasadas elecciones a esta campaña, con los tabernarios y la libertad de las terrazas. «Imaginamos perfectamente posible la escena de compartir una caña o un vino con cualquiera de nuestros antepasados, y recordando todo lo bueno y malo que hemos pasado, ayer como hoy», ha afirmado.