Fórmulas para que Junts per Catalunya apoye la gobernabilidad de España
El PSOE necesita el apoyo de Junts para lograr la investidura de Sánchez, y en la mesa de negociaciones se debaten la financiación autonómica y las reivindicaciones soberanistas
La cuestión central en la que se está trabajando para que el PSOE pueda llegar a gobernar es conseguir generar un marco de negociación que permita a Junts evolucionar, abandonando la estrategia de confrontación contra el Estado español, y contribuir a su gobernabilidad.
Andoni Ortuzar, presidente del PNV, en sus declaraciones el 27 de julio establecía un primer marco de negociación con el PSOE al afirmar: “nos tendrán que hacer un planteamiento global sobre qué quiere durante estos cuatro años, especialmente en el ámbito territorial y el encaje de las realidades nacionales de Euskadi y Cataluña”. Ortuzar matizó incluso, al concretar que en los próximos años, más allá de la próxima legislatura, se debe conseguir consensuar el cambio de modelo territorial español.
Por su parte, María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, declaró el 1 de agosto que era una “urgencia” revisar el modelo de financiación autonómico y buscar fórmulas para reforzar un modelo territorial más coordinado con las autonomías.
Las exigencias de las fuerzas nacionalistas
La fórmula que plantea Ortuzar, que no se puede desligar del hecho de que habrá elecciones autonómicas en Euskadi el próximo año, abre la posibilidad al nacionalismo vasco y al independentismo catalán de explorar una alianza entre las dos fuerzas políticas, con el objetivo de ser ellos quienes definan de qué se debe hablar y negociar para apoyar al PSOE a cambio de establecer un nuevo modelo territorial alejado del autonomismo y del “café para todos”.
Es una fórmula muy distinta a la planteada por María Jesús Montero, pues lo que persigue el PSOE es centrar principalmente la negociación en cuestiones de financiación autonómica.
El camino que busca explorar el PNV tiene un referente en la declaración de Barcelona, que articuló Pere Esteve, de CIU, en 1998. En esee acuerdo, que se firmó entre BNG, PNV y CIU, se podía leer: “al cabo de veinte años de democracia continúa sin resolverse la articulación del Estado español como plurinacional. Durante este periodo hemos padecido una falta de reconocimiento jurídico-político e incluso de asunción social y cultural de nuestras respectivas realidades nacionales en el ámbito del Estado”.
La declaración de Barcelona fue un acuerdo entre partidos nacionalistas para presentarse a unas elecciones generales; la de Ortuzar se debe entender como un acuerdo entre fuerzas nacionalistas e independentistas para lograr avanzar hacia una realidad política post autonómica.
¿Más o menos Estado español?
La fórmula de Ortuzar plantea menos Estado español mientras que la de Montero subraya que la negociación es para seguir en el Estado español con mejor financiación.
Lo que defiende Junts es lograr un acuerdo con el PSOE para que en próxima legislatura se impulse la amnistía y un referéndum de independencia mientras ERC sigue planteando una negociación bilateral de financiación y un referéndum para que los catalanes decidan su futuro.
Las fórmulas hasta ahora propuesta plantean dos marcos de negociación muy distintos que coinciden en un punto en el hecho que difícilmente se podrá dar una adecuada financiación a Catalunya si no se modifica el actual marco autonómico.